tag:blogger.com,1999:blog-45720666464044418032024-03-13T20:13:08.788-07:00ViviEMdoPuahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.comBlogger35125tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-78736092139908890972018-05-01T07:48:00.002-07:002018-05-01T08:12:27.080-07:00No esperes a que pase la tormenta<div>
<span style="font-size: large;">¡Plas!¡Plas! Otro salmón que se escapaba, aunque aparentemente para aquel oso eran dos los pescados a los que había intentado echar la garra. </span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>Era una sensación extraña para un animal especialista en la pesca. No había pez que río arriba consiguiera pasar por delante de sus fauces y continuar el camino. Aquello no era lo habitual, sus garras tenían una sensación inusual, cuando las sumergía ni siquiera notaba el frío del agua, era como si no se estuvieran mojando. No tenía el pleno control del movimiento que lo caracterizaba, más bien una sensación de entumecimiento, como si se le hubieran quedado dormidas. Su vista estaba pasando una grave crisis también de la que no era tan consciente, pues en el momento de la caza él visualizaba dos peces, cuando en la realidad era sólo uno.</span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>Como buenamente pudo continuó con su recolecta de reservas para pasar las semanas de frío e hibernación venideras durmiendo en su cueva. No fue una buena temporada en lo que a pesca y caza se refiere, pero tenía suficiente; para más para él todo aquello no era tan solo supervivencia, realmente disfrutaba pescando, por eso le preocupaba tanto sentir como iba perdiendo aquellas facultades. Asumía que aquellos problemas se pasarían cuando hubiera descansado largo y tendido, por eso aquel año deseaba que llegara la época de echarse a dormir y descansar.</span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>Finalmente llegó el momento, se recluyó en su cueva cansado y fatigado, pero deseando volver a despertar para poder seguir haciendo su vida, sin aquella extraña sensación que lo acompañaba desde hacía un tiempo y que se había ido amplificando. Sin aquel cansancio que lo había podeído y que tan tranquilamente achacaba a todo lo activo que había estado, o intentado al menos.</span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>Abrió los ojos en la oscuridad de su caverna y tras intentar desperezarse y sacarse la sensación de agarrotamiento inútilmente de su gran cuerpo se acercó a la entrada, el buen tiempo aún no había llegado, parecía que estaba peor que nunca, la lluvia y el frío aún no se habían disipado, por lo que decidió dar media vuelta y volver al calor del interior, dormiría un poco más hasta que aquello pasase. Y así lo hizo, prolongó su sueño unos días más.</span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>Cuando volvió a despertar, la sensación de entumecimiento se había extendido a todo el cuerpo, de lo cual culpaba al exceso de tiempo inactivo que había pasado. Volvió a acercarse a la salida de su osera y no, el mal tiempo se había perpetuado; el sol no hacía ni amago de asomarse, sólo lluvia, frío y viento. Pero él no agauntaba más, él necesitaba volver a la orilla del río a hacer lo que más le gustaba. Y no se lo pensó, sabía que necesitaba estirar sus patas, andar y correr. Con miedo al aguacero que caía puso la pata dudoso en el suelo mojado. No pasaba nada. Sólo era agua. No sabía cuánto tiempo duraría aquello, pero no dudaba al pensar que no podría pasar más tiempo bajo la protección de las piedras, se había dado cuenta de que tenía que aprender a vivir bajo la lluvia. </span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>Cuando se aproximó a la vera del río notó que sus facultades estaban mermadas, que su vista no estaba como debiera... y volvió a no rendirse, tendría que aprender a hacerlo en las nuevas condiciones y por eso entrenaba sin descanso, hasta que al fin consiguió atrapar un pez. No era fácil antes, por lo que ahora sería mucho más complicado, pero había conseguido atrapar al primero y no desistiría en su lucha por volver a ser de los mejores pescadores. Trabajo, esfuerzo y más trabajo; sabía que ese era el camino para poder continuar con lo que le gustaba. Pero durante sus intentos se percató de otra cosa. Faltaba mucha competencia.</span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>De primeras le pasó desapercibido el hecho de que había muchos menos osos que de costumbre en la zona, ya que estaba muy centrado en volver al río y recuperar sus habilidades pesqueras. Cuando al fin se encontró con otro de los suyos le explicó que aquel tiempo había hecho que muchos no quisieran salir de la cueva. Se quedó perplejo, él se lo había pensado de primeras claro, pero era consciente de que no podía esperar continuamente a que la tormenta pasase, eso era algo que tendría que enseñarles a los demás.</span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>Así lo hizo, siguiendo siempre el cauce del río para no alejarse de su pasión, se dedicaba a avisar desde las puertas de las oseras a los demás hibernantes que aquella tormenta quizá no pasaría nunca, pero que él había conseguido aprender a vivir bajo la lluvia, que eso era algo que todos podrían hacer. Su mensaje calaba, fueron muchos los osos que siguiendo su consejo se animaban a salir de sus cuevas, para vivir, para seguir haciendo lo que les gustara, por mucho que las condiciones no fueran las más favorables.</span></div>
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<span style="font-size: large;"><span style="white-space: pre;"> </span>Mientras se dedicaba a pregonar su positivo mensaje ,él seguía entrenando en la pesca, era tal el esfuerzo que ponía en el asunto que llegó a ser incluso mejor de lo que era antes. Todo gracias a aprender a bailar bajo la lluvia. </span></div>
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<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: large;">Y esta pequeña historia, como casi todas las que escribo está inspirada en una muy grande, la de Asier de la Iglesia, el jugador de baloncesto al que la EM se le puso delante en el camino y a base de trabajo, esfuerzo y más trabajo ha conseguido llegar a ser el MVP de la Liga EBA. Porque a muchos nos impulsa su ejemplo y nos impulsa todavía más lo que se llega a volcar con los demás y todo lo que hace por la investigación contra la enfermedad, como por ejemplo con estas pulseras y su bonito mensaje: <span class="invisible" style="background: rgb(255, 255, 255); color: #1da1f2; font-family: "segoe ui" , "arial" , sans-serif; letter-spacing: 0.27px; line-height: 0; white-space: pre-wrap;"><a class="twitter-timeline-link" data-expanded-url="http://bailaconem.org" dir="ltr" href="https://t.co/MJOhJzlDiU" rel="nofollow noopener" style="background: rgb(255, 255, 255); color: #1da1f2; font-family: "segoe ui", arial, sans-serif; letter-spacing: 0.27px; white-space: pre-wrap;" target="_blank" title="http://bailaconem.org">http://</a></span><a class="twitter-timeline-link" data-expanded-url="http://bailaconem.org" dir="ltr" href="https://t.co/MJOhJzlDiU" rel="nofollow noopener" style="background: rgb(255, 255, 255); color: #1da1f2; font-family: "segoe ui", arial, sans-serif; letter-spacing: 0.27px; white-space: pre-wrap;" target="_blank" title="http://bailaconem.org"><span class="invisible" style="line-height: 0;">http://</span><span class="js-display-url">bailaconem.org</span><span style="line-height: 0;"><span class="invisible" style="line-height: 0;"></span></span><span class="tco-ellipsis"><span class="invisible" style="line-height: 0;"> </span></span></a></span></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-50464630900775402592018-04-13T04:00:00.001-07:002018-04-13T04:00:54.568-07:00La vuelta de tuerca<span style="white-space: pre;"> </span>Tras los golpes me levanto con más fuerzas, más ganas y sobre todo, más humana. Finalmente tras uno de esos periodos de máxima incertidumbre, como contaba en mi post anterior, resultó ser que brote sí. No me explayo mucho con esto, pero bueno, un brote ordinario que me salió un poco rebelde y le resultaron insuficientes los tres bolos de corticoides por vía oral, entonces hubo que repetir el ciclo por vía venosa ingresando en el hospital.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>A priori esta situación no le gusta a nadie, evidentemente como en casa en ningún sitio (aunque yo estuviera en mi salsa, todo el día en pijama y trayéndome la comida a la cama, hasta lo definiría como "una resaca de ensueño"), pero creo que a veces no enfocamos las cosas con el objetivo correcto. Nadie quiere verse en esa situación, pero tenemos que hacer por darle una vuelta de tuerca al asunto. Yo no me encontraba bien, mis síntomas no acababan de remitir; pero soy consciente de que si ese día me llevaran a Eurodisney mi malestar proseguiría. Estaba en el sitio idóneo para que el problema se atajara de la mejor y más rápida forma, simplemente fue una transición, no podemos buscar problemas en lo que realmente es la solución. A los dos días me echarían de allí y podría volver a subirme al carro de mi vida cotidiana (aunque ahora se base bastante en descansar y acabar de depurar los Tomahawks que me he chutado en unas "dosis de caballo" como dice el que fue mi profesor de farmacología).<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Pero mi optimismo, o la buena suerte que siempre acabo por encontrar, quiso que mi experiencia fuera un paso más allá con todo esto.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Cuando subí a planta y llegué a la habitación, en la otra cama estaba la que sería mi compañera ese día, más o menos éramos de la misma edad por lo que sabía que aquello resultaría más llevadero (y ojo, que por lo general adoro a las personas mayores, pero siempre es más fácil con una persona más afín). Las preguntas de "¿y tú por qué estás aquí?" son prácticamente obligadas, supongo que en las cárceles pasará algo parecido. Pues la casualidad me dio una debutante en esclerosis múltiple. Pude decir eso que tanto me gusta, incluso emocionada ante la oportunidad que se me presentaba de tenderle la mano en esa tesitura de la que tanto suelo hablar por los recuerdos que guardo de aquel momento en el que me tronzaron a la mitad con tan solo dos palabras sintiéndome totalmente sola y asustada, "yo también tengo esclerosis múltiple, tú estate tranquila que con esto se puede vivir perfectamente". Era como si el destino me la hubiera puesto allí con un lacito para insuflarla de ánimos y con ello hinchar los míos. Tengo fijación con ayudar a los recién diagnosticados, porque yo fui una de ellos y recuerdo que lo único que quería era a una persona que conociera bien todo este tema, alguien que me aconsejara y me enseñara como se lidia con esto. Quiero que los demás tengan lo que yo no tuve en su día; porque a mí esas cosas son las que me llenan, sé lo balsámicas que pueden llegar a ser unas palabras de alguien que sabe exactamente por lo que estás pasando, lo incentivante que puede ser la mera comprensión total. Para mí saber que genero calma en una persona que la necesita (aunque por el día que pasamos juntas se ve que va a ser de las de "Rendirse no es una opción") trae mi propia paz, llegando incluso a sentirme egoísta; no lo hago por los demás, sino por ayudarme a mí misma, pero bueno, por lo menos es un buen vicio y mejor si se saca un beneficio compartido. Son el tipo de cosas que me hacen apoyar la cabeza tranquila sobre la almohada y sonreír, las cosas que me acercan a la persona que quiero ser, sobre la que cuando digan en su entierro "era muy buena persona" sea cierto, eso es lo que realmente me llena. Al día siguiente le dieron el alta, nos despedimos con un abrazo y la certeza de que esa relación no se quedaría olvidada en la habitación 446.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>El segundo día me volvió a suceder, tras ausentarme de mis aposentos una hora por la resonancia, al llegar la cama estaba ocupada. Otra vez, una chica de mi quinta, muy nerviosa y me atrevo a decir que muy asustada tras haber sufrido otro desmayo en poco tiempo. No quería estar allí, al igual que todo el mundo como ya he explicado al principio de este texto, pero me dediqué a hacérselo entender, mejor cuidada que allí no iba a poder estar; también tenía un tac programado... y le expliqué en qué consistía la prueba ya que no la había hecho nunca, y sabiendo a lo que te enfrentas por lo menos te libras del nerviosismo que genera el desconocimiento... justo hice el check out ese día cuando ella bajaba para realizársela. Le di todo el ánimo que pude, le expliqué que sucedan los reveses que sucedan siempre habrá motivos para luchar en los peores momentos de cara a ser felices... y al día siguiente contactó conmigo para decirme que finalmente le habían diagnosticado epilepsia, pero que le había animado mucho conocer mi historia, ver como convivo y peleo contra la adversidad, otro punto positivo que sumo para mi vida y una amistad que seguirá también.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Estos días también vi muy necesario devolver todos los mimos, cariño y amabilidad por parte de todo, y cuando digo todo es TODO (médicos, celadores, enfermeros, técnicos...), el personal sanitario que me atendió. Siempre plantaba la sonrisa en la cara en cuanto los veía entrar por la puerta, esa gente tiene un trabajo muy bonito y muchas veces los descuidamos sin darnos cuenta de que también son personas humanas y que sobre todo están volcándose con nosotros para que nos podamos ir cuanto antes a seguir con nuestras vidas, me encantaba intentar sacar un chiste de debajo de las piedras o que simplemente les hiciera gracia mi pijama de Triky para que su jornada se les hiciera un poco más amena y llevadera, o por suerte, en estos casos de salud sé lo gratificante que resulta a veces el simple hecho de ayudar sonreír a alguien que no está pasando por sus mejores momentos. ¡Gracias otra vez equipazo!<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>No me puedo olvidar tampoco de toda mi gente, que aunque la gran mayoría de mis amigos e incluso familia no los tengo cerca por desgracia, estuvieron ahí, preocupándose, volcándose conmigo de nuevo. Dándome más motivos para seguir siendo la de siempre, la que lo único que quiere es pelear para que todas las cosas nos vayan bien. De verdad que siento que os quiero a todos mucho más y no sabéis lo bien que me hacéis sentir, porque sois la gasolina que impulsa a todo este motor, os merecéis lo mejor y que yo luche por intentar dároslo.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Y creo que ya por último, a todos mis amigos virtuales a los que la esclerosis ha puesto en mi vida. Decís que os ha encantado el ánimo y el humor que he arrojado todos estos días, sólo quería demostraros que es posible sacar el lado bueno de las cosas en todas las situaciones, que con risas y sonrisas se consigue muchísimo. Y que si os consigo animar es porque vosotros me incentiváis a hacerlo, porque como ya he dicho, pocas cosas me ayudan más a mí que ayudar a otras personas, es la belleza de la retroalimentación.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Finalmente, y concluyendo... puedo afirmar que me siento más viva que nunca (aunque como para no con todo lo que me he metido estos días), con muchas ganas de seguir haciendo este tipo de cosas, sobre todo porque cada vez veo que es una labor más sencilla desde mi posición hacer que el mundo sea un lugar un poco más bonito en el que vivir. Os aconsejo que seáis siempre amables y animados, porque os sentiréis mejor con vosotros mismos, muchas veces ese camino comienza dándose cuenta de que no andas solo, y nunca sabes la gratificación y alegría que puedes encontrar en un simple "me has ayudado mucho". Creo que el amor es la cosa que mejor sienta y siempre hay sitio para conocer y querer a más personas. Como dice el gran Luis Arbea, filósofo y poeta afectado de EM: "generamos vida en las personas que queremos" y a mí nada me gusta más que la vida. Empapaos de amor y motivaciones por las que vivir y estoy segura de que hallaréis camino a la felicidad.<br />
De verdad, gracias por quererme y dejaros querer.Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-27144337200216882622018-04-03T03:17:00.000-07:002018-04-03T03:17:04.838-07:00¿Brote o no brote?<span style="white-space: pre;"> </span>Esa es la cuestión.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>La eterna duda del afectado de esclerosis múltiple. Los últimos días, más de una semana, se me ha puesto el cuerpo algo rebelde, además mi EM como siempre, ve mi cerebro como un bufet libre, picotea un poco de todo pero mucho de nada lo cual hace que no tenga un síntoma clarísimo y eso ha hecho saltar las alarmas y activar un protocolo que tenía prácticamente olvidado, ¿qué hago ante semejante cuestión? Pues bien, hoy toca caso práctico sobre esclerosis múltiple.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>De un tiempo a esta parte, como ya os he dicho, no tengo pleno control sobre mis movimientos (partiendo del que suelo tener, ya que hay varias partes insurrectas), es decir, mis síntomas están empeorando a los poquitos. Mi tobillo izquierdo parece el líder de dicha revolución, ya que es el que más (o en este caso se podría decir el que menos) se hace notar. Lo acompaña la rodilla derecha y sus bromitas de "me doblo, no me doblo". Bueno, acaba de llegar la primavera, y como bien sabemos es una época fastidiada que para más este año viene sazonada con unos cambios de guión en la climatología totalmente inesperados. Andaba sobre todo un poco más inestable al levantarme tras estar sentada y con una fatiga que aparece al poquito de cualquier actividad que requiera estar de pie, e hice lo que procede, darle tiempo y descanso. Para que un brote se considere brote, se recomienda esperar entre 24-48 horas con un síntoma extraño (nuevo o que ha subido de nivel alguno de los que ya nos acompañan). Yo soy de darle algo más, y sobre todo buscar cosas que no sean la EM como explicación. Juego continuamente a la abogada del diablo con ella, porque algo que he aprendido en este tiempo es que si la culpo de absolutamente todo, nos lo acabamos creyendo ambas y ella se viene arriba, cuyo alzamiento implica mi caída.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Al tratarse solo de una leve exacerbación, te permites el lujo de darle algunos días más de regalo, ya que si resultara ser brote, al ser tan leve, ni falta harían unos corticoides para pasarlo. Pero la cosa no quedó ahí.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Siguiente desbarajuste: sospecho que padezco una infección de orina, ya que la sensación de urgencia se ha hecho más aguda y uno de esos días conseguí un nuevo título en mi palmarés, 4 micciones de las de "que no se me ponga nadie en medio mientras voy al baño que lo arrollo" en 20 minutos. Tras visita al médico, sin fiebre (de hecho mi temperatura no llegaba ni a 36) pero con un resultado de indicios de infección en la prueba de la tira decido, con la médica, tratarla. Ahí tenía una explicación al malestar de esos días, con la infección habría tenido algo de fiebre y ya sabéis que el calor a estos cuerpecitos desmielinizados nuestros nos afecta para mal, acababa de encontrar la explicación a mis desequilibrios de esos días y conseguido una excusa para los de los días posteriores, el antibiótico; medicamento de los que aporta fatiga a todo hijo de vecino... imaginaos de nuevo nuestro cuerpecito desmielinizado cómo lo lleva.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Pero pasaron los dos días de tratamiento, y mi cuerpo seguía trasteado, sin fiebre y sin bacterias pero con la sensación de urgencia acelerada; se me estaban acabando los cartuchos y llegó la que casi fue la confirmación definitiva de que esto había que estudiarlo más a fondo. Mi ojo derecho se ha vuelto instagramer y lleva el filtro incorporado, uno de estos que tornan la imagen a clara. Queda muy bonito en una foto, pero creedme que ver todo así fastidia bastante, demasiada claridad es molesta. Y ahí la estaba yo, en un día en el que el sol se escondía por completo tras las nubes con mis gafas de sol como quien sale de un after y no quiere asustar a las señoras que van a misa. Esto sucedió anteayer. Y pequé de novata.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Pequé de novata porque me puse nerviosa, en ese momento me encontraba bastante mal y me agobié, no sabía si mandar un mail a mi médico a ver cuándo me podría revisar él o si plantarme directamente en urgencias. Respiré, consulté y me calmé. Sea o no sea brote, va despacio, así que no pasará nada por esperar otro par de días. Así que me decanté por ser la mujer tranquila, me puse en contacto con mi neuro vía mail y mañana ya paso revista, entre los dos, malo será que no podamos descifrar qué es exactamente lo que está pasando.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>He querido publicar esta entrada, porque pese a llevarlo bastante bien el resto del tiempo, sí que tuve un día de alterarme y no dar ni pensado con claridad qué era lo que debía hacer. Creo que lo más importante en estas situaciones es mantener la calma, y que si en algún momento se nos escapan las riendas de la situación intentemos volver a agarrarlas, ya que es como mejor se gestiona todo esto. Entonces resumiendo, ante sospecha de brote (aclaro que esto obviamente es para brotes leves de los que se pueden confundir fácilmente con pseudobrotes): darse unos días con descanso; buscar factores ambientales, climáticos, emocionales, patológicos... a los que culpar como aliados antes de pensar que se nos ha vuelto a sublevar en solitario la enfermedad; si pasa el tiempo y se te están agotando esos recursos ponte en contacto con tu médico (creo que esto es algo importante a tratar con el médico, cómo actuar ante esto; algunos tendrán mail, otros whatsapp, otros simplemente preferirán que pases por consulta aunque sea sin cita para una valoración rápida... pero mejor que lo comentéis y establezcáis este protocolo) y sobre todo, asunto capital en esta materia: estar tranquilos y mantener la calma. Si es, es, y no pasa nada. Corticoides y trabajo de recuperación, nada a lo que no nos hayamos enfrentado nunca.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Con todo esto aclararos que pese a las complicaciones me encuentro bien, como ya os he dicho es algo leve que va despacito (tiene fatiga hasta mi propia em) y creo que mañana con ayuda de mi médico habrá una solución.Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-20614373951839012862018-03-22T05:01:00.000-07:002018-03-24T02:44:22.391-07:00De las carreras al cuarto de baño<span style="white-space: pre;"> </span>No soy muy dada a hablar en mi blog directamente sobre mi vida con EM, suelo preferir darle la vuelta y que siempre nos lo expliquen animalitos que en mi cabeza son adorables o personajes inventados, pero para este tema creo que no queda otra que ser clara, hoy voy a hablar de la incontinencia urinaria y de cómo ha mermado mi vida bastante más que la fatiga, los calambres y las piernas dormidas.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>No olvidaré nunca mi primer accidente, ocurría a escasos metros de mi casa y me pilló totalmente en fuera de juego. Volvía a casa de ver un partido del Celta con ganas, con muchas ganas de llegar al cuarto de baño, pero no contaba con que fuera a suceder lo que sucedió. Ahí la estaba entre un montón de coches aparcados (y por suerte vacíos) mojándome los pantalones. Aquella no era una pérdida como de las que nos hablan los anuncios de compresas, de que se escapan unas gotitas, aquello era todo lo que llevaba dentro cayéndome por las piernas. Bueno, hasta me reí pensando que sería algo puntual, me até la chaqueta a la cintura y hasta me hice un selfie en el ascensor... mal sabía yo que aquello no había sido puntual. Pasó poco tiempo hasta que me volvió a pasar, por suerte esa vez me pilló en casa, pasé de cero a cien en cuestión de segundos... corriendo al baño claro, pero nunca había experimentado esa sensación, pasar de estar normal a "o corro o no llego" y a partir de ahí, comenzó a pasar siempre y empeorando durante todo este tiempo. Soy consciente de que gran parte del empeoramiento seguramente sea totalmente psicológico, porque es algo que agobia mucho. Os explico por qué creo que la psicología afecta... cuando experimentas estas sensaciones, antes de marcharte de un sitio con baño le haces una visita, aunque no tengas ganas y hayas ido hace 5 minutos, pues bien, que no llegue al baño a echar un "pis de por si acaso" y este esté ocupado, porque de repente te llegan esas ganas esperpénticas de me meo ya. No las tenía, me he agobiado por el hecho de que en ese momento sabía que no podría utilizarlo y ahí aparece la sensación de que vas a estallar, que cuando pasas sueltas malamente dos gotas, pero la impresión que te inunda (jeje) es de que eso va a explotar.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Y claro, el tiempo pasa, y cada vez le coges más miedo a viajar en un autobús, a caminar por una calle en la que no ves un bar o peor aún, que no conoces y no sabes donde tendrás el próximo sitio donde tener la intimidad que requiere hacer pis. Vamos, que llega un momento en el que dependes de que alguien te lleve en coche a todas partes porque vives con tus 15-18 micciones diarias y cuando te da, te da, y no tienes más de un minuto para encontrar un wc. Y lo pasas mal fuera de casa, pasas vergüenza sobre todo si vas con alguien por la calle y ves que de repente te tienes que meter entre dos coches. Porque la EM cansa, pero si me canso me siento en un banco y recupero para seguir andando, pero no ves posible sentando en un banco porque tu vida se ha convertido en una partida de parchís en la que intentas tener siempre las fichas en el seguro (vamos, que lo único que quieres es llegar al próximo sitio con baño).<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Bien, hoy me he decidido a tratar este tema, porque existen soluciones que veo que no todo el mundo conoce y por desgracia no es un tema del que la gente suela querer hablar, y como alguien tenía que hacerlo y yo soy de las que se apunta a un bombardeo...<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Hace unos meses me sometí con la fisioterapeuta a una terapia de electroestimulación del tibial posterior: se trataba de recibir pequeñas descargas eléctricas en el tobillo, funcionó bien de cara a reducir el número de micciones diarias: de 16 pasamos a 10... algo habíamos avanzado, pero el gran problema de la urgencia permanecía. El siguiente paso fue el farmacológico, Betmiga, bueno, es una relación con sus más y sus menos, vamos, que desde que lo tomo a veces tengo una sensación normal, de estas que tenía antes, que van aumentando progresivamente, no en menos de un minuto. Pero hay otras en las que seguimos exactamente igual, para más esto ocurre de manera totalmente aleatoria, entonces no, Betmiga tampoco ha sido la solución definitiva.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Quiero aclarar que el tema compresas no lo considero una solución en absoluto, sí, están bien de cara a que los demás no se enteren de que te lo has hecho encima, pero si queréis entender por qué no me parecen una buena solución os invito a que os gastéis una pasta y la probéis. Porque de verdad que para mí es la sensacion más incómoda y desagradable del mundo.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Y finalmente, la otra solución que estoy a poco de probar: inyecciones de botox (sí, voy a ser la primera de mis amigas en hacerse un lifting) en la vejiga. Estoy emocionada porque las personas con las que he hablado están contentísimas con los resultados, y yo deseando que me pinchen ya y poder contaros cómo va.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Si alguien quiere hablar de este tema más íntimamente conmigo o que le explique más detalladamente lo que sé hasta ahora sobre dicha intervención (entiendo y sé que no es fácil hablar públicamente sobre estas cosas, vamos, que yo he tardado dos años en hablarlo aquí) tengo los mensajes abiertos en mi Twitter, en mi página de Facebook y también en mi mail, soy viviemdo en todas partes, al mail solo habría que añadir el @gmail.com)<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Espero haber arrojado algo de luz sobre este tema, y como siempre y más importante en este mundo, mis queridos sprinters del wc: no estáis solos, no sois los únicos y por vergüenza que nos de, nosotros no hemos hecho nada malo como para que esto nos descalifique como personas.Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-40979427997861230682018-03-14T06:16:00.000-07:002018-03-14T06:43:48.096-07:00Mamá gorrión y su pollueloFue mucho el tiempo que en el nido incubó el pequeño huevo la mamá gorrión; hasta que finalmente eclosionó para que su polluelo viera la luz del sol. Era su orgullo, lo cuidaba, lo mimaba, lo alimentaba y lo protegía. Incluso le enseñó a volar. Fue una historia de amor mutuo y cariño, fue una crianza muy especial, o eso invita a pensar atendiendo a lo que tiempo después acontecería. Como en tantos otros nidos, en un momento la vida dio un giro inesperado y, por desgracia, insalvable. Lo que pasó fue que a los pocos, comenzaron a fallar las alas de la mamá gorrión, cada vez le resultaba más complicado batir sus alas y levantar el vuelo, cada vez aparecía antes la necesidad de posarse sobre una rama a reposar, cada vez se imposibilitaba más el volar libremente. El pequeño gorrión, ya crecido, observaba impotente como aquello sucedía, sin poder hacer nada por quien se lo había dado todo. Le dolía cada intento de aleteo fracasado, sufría su dolor, aquel no era un problema solo para mamá gorrión, aquel también era un problema suyo al ser una parte tan importante de él. Formaban eso tan bonito que se conoce como “un equipo”, no podía volar sin ella, ni se planteaba dejarla atrás.<br />
<br />
¿Pero qué podía hacer el que siempre sería su polluelo?¿Cómo podía devolverle todo lo que ella le había dado? No tardó mucho en pensar que aquello era algo que había de ser conocido para los demás. Que cuantos más pajaritos supieran del tipo de cosas que le pueden llegar a suceder a otro, más ayuda obtendría. No dudó en pedir la primera ayuda a sus más allegados para la idea que finalmente llevaría a cabo. Iba a ayudar a su madre a volver a volar, pero no un pequeño vuelo, no. Algo grande, una gran distancia para que incluso otras especies pudieran conocer y ayudar. Sus amigos no dudaron en ponerse patitas y picos a la obra, y entre todos y con mucho cariño, construyeron con ramitas una pequeña cestita, una especie de nido portátil que podría sujetar con sus patitas durante el vuelo. Posteriormente llegó el momento de prepararse para el gran viaje, aquello iba a ser un reto muy difícil, pues tendría que volar una gran distancia con un peso añadido, y otra vez aparecieron sus amigos para ayudarle a realizar exhaustivos entrenamientos. Tenía que salir todo perfecto, sería una gran sorpresa para mamá gorrión; quería demostrarle por todo lo alto todo lo que ella significaba para él. Durante mucho tiempo la había visto enfrentarse a ella misma, intentando siempre superarse; tenía la inspiración y la motivación en su propio nido, tenía el mejor ejemplo a seguir de lo que el esfuerzo puede llegar a aportar. Así lo demostraba cada día, salía a volar portando la pequeña cesta, en un principio vacía, y a los pocos fue añadiendo pequeñas piedras en ella para practicar con peso e ir cogiendo fuerza en sus patitas de cara al gran día. Fue muy duro, pero el objetivo merecía la pena, no se iba a rendir, esa era una palabra que desconocía, ya que nunca había visto rendirse a mamá gorrión.<br />
<br />
Finalmente llegó el día de emprender el vuelo, sin que ella se lo esperase apareció el pequeño pajarito con el artefacto que habían creado para ella. “Sube, que vamos a dar una vuelta”. Durante el vuelo fueron acompañados todo el rato, la voluntad de los amigos iban más allá, ellos querían participar también en aquella causa y no los dejaron solos en ningún momento, piando a su lado, animándolos e impulsándolos con su compañía, porque sabían que estaban ayudando a hacer algo increíble, y lo mejor fue que finalmente lo consiguieron. Fueron muchos, muchísimos los pajaritos que se enteraron de lo que estaba ocurriendo allí, que no todas las aves tenían la misma suerte, y mamá gorrión no podía estar más contenta y orgullosa del que siempre será su polluelo, durante un buen rato, pudo sentir lo que era volver a volar.<br />
<br />
<br />
<br />
Y respecto a los demás… a los demás se nos pusieron las plumas de punta al escuchar esta historia y ver como, una vez más, el amor y el cariño todo lo pueden.<br />
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<br />
<br />
Esta historia la escribo con mucho cariño para Eric y Silvia, porque en este caso, la realidad le da mil vueltas a la ficción: <a href="http://www.antena3.com/noticias/deportes/el-emocionante-reto-de-silvia-y-eric-42-kilometros-contra-la-esclerosis-multiple_201803125aa69ddb0cf26579ce29e5c7.html">http://www.antena3.com/noticias/deportes/el-emocionante-reto-de-silvia-y-eric-42-kilometros-contra-la-esclerosis-multiple_201803125aa69ddb0cf26579ce29e5c7.html</a>Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-13332276650676630002017-11-17T15:38:00.001-08:002017-11-17T15:38:10.944-08:00Tres años de incertidumbre múltipleEstá bien Paula, tenías razón.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Se han cumplido ya tres años de que me hicieran consciente de que una tropa de mi ejército inmune se había vuelto un poco rebelde, de que me dijeran que tenía esclerosis múltiple.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Por desgracia puedo recordar aquel día con todo lujo de detalles, y sobre todo, el miedo que sentí. Me acababan de diagnosticar una enfermedad caprichosa y totalmente aleatoria, ¿cómo no iba a sentir miedo?¿Cómo sigues con tu vida a sabiendas de que la espada de Damocles pende y penderá sobre tu cabeza?<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Me llevó mi tiempo acostumbrarme a esa sensación de incertidumbre, conseguir dormir del tirón sin levantarme en mitad de la noche tras cada pesadilla que tenía y que me hacía salir de la cama para pasear por la habitación para asegurarme de que sólo había sido un mal sueño y que mis piernas conservaban su funcionalidad, dejar de pensar en cómo me despertaría al día siguiente ya que ese mismo el toro no me había pillado.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Hasta que finalmente ese miedo desapareció, o se atenuó, o vi que tras tiempo lo único que había conseguido era perder mucho de éste con preocupaciones acerca de hechos que nunca llegaban a ocurrir.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>No es un camino de rosas el del coraje cuando una enfermedad como la EM te está recordando continuamente su presencia con unas hormigas por las piernas o una mosca en el ojo (ya véis que el tema entomología lo controlamos) y que para más algunos días se acentúan, y tú eres valiente, pero todo el mundo teme a algo. Como el miedo que podemos seguir sintiendo en otros casos puntuales, tales como fueron para mí las 2 semanas que separaron mi resonancia de la consulta con su resultado, el famoso miedo a la incertidumbre otra vez, ya que incluso a sabiendas de mi capacidad de reposición, nadie quiere recibir malas noticias por preparados que estemos para afrontarlas.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Pero no, no fueron malas noticias. Mi resonancia sigue igual que el año pasado, cosa que cuando tu enfermedad lleva el apelativo de degenerativa, es una noticia fantástica.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Por eso comencé dando la razón a mi versión pretérita, porque un día decidió que se había acabado pensar en terribles futuros y empezó a pensar más en vivir el hoy, por aprender que el día que venga lo que tiene que venir vendrá, y estaremos preparadas para todo, pero desde luego no lo íbamos a esperar atrincheradas<br />
<div>
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Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-9302726542393078002017-10-09T09:01:00.004-07:002017-10-09T09:01:49.165-07:00#TheWorldvsMS<span style="white-space: pre;"> </span>Me costaba explicar cuál fue el momento en el que decidí exigirle más a mi vida con EM, pero por suerte parte quedó recogida <a href="http://viviemdo.blogspot.com.es/2015/05/los-dias-buenos.html">aquí.</a><br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Sí, a quien debo agradecérselo es a la vida en general. Con todas sus cosas buenas: música, paisajes, olores, gestos de humanidad, películas, animales, puestas de sol, libros, sabores, diversión... un sinfín. Y con todas sus personas buenas con las que el destino me ha querido juntar. <br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Venía de unos días muy malos a causa de mi segundo brote, tuve que tomar la valiente decisión de plantarme cara a mí misma y decírmelo bien claro por doloroso que resultara; aquello no sólo era el estrés al que estaba sometida, ya había cruzado aquella frontera. Me acosté aquella noche peor incluso que las anteriores, hundida, con los ojos irritados, sin ganas de nada, pero al menos con la idea de abrirme un blog al día siguiente; el motivo por el que lo quería abrir en aquel momento era para emplearlo como vía de escape. Yo no me sentía la persona alegre que soy; aunque se me diera bien actuar exteriormente como ella, tenía mucha porquería que decir y se la estaba trasmitiendo toda a las personas que quería, las estaba preocupando, las estaba poniendo tristes y nada de eso me gustaba. Así que pensé en crearme otra realidad, desahogarme en el blog cuando lo necesitara y poder ser un poco más la de siempre con mi círculo cercano. Finalmente, cuando incluso el agotamiento pudo incluso con el hervidero de veneno que era mi cabeza me quedé dormida hasta que al día siguiente fue la hora para ir a la consulta del neurólogo. Curiosamente aquel día me levanté algo más animada, como si ya no pudiera llorar más o como si hubiera identificado aquello como lo que era, el primer paso hacia una solución.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Cuando el médico me hizo intentar caminar en linea recta hasta me reí algo de mí misma. Y cuando veía su cara, mientras de su boca salían las palabras brote, corticoides, zumo de naranja (esto era para intentar camuflar el sabor a lavavajillas de los corticoides)... de su cara salía paz y tranquilidad. Lo pensé friamente, y no pasaba nada. Teníamos puesta una red de seguridad, tocaba levantarse y seguir. Me di cuenta de que tal vez tuviera que esforzarme más, pero también de que vale la pena. Estando triste no me gustaba a mí misma, estando triste no era consciente de todo lo que me perdería de seguir así. Por primera vez en 25 años vi el cronómetro vital correr, el tiempo no se iba a detener nunca, o lo aprovechaba o estaría perdiendo para siempre minutos, horas y días. Para que esto no acabara en un metafórico vertedero tenía que aprovecharlo, vivirlo al máximo. <br />
<span style="white-space: pre;"> </span>Por la noche necesitaba desahogarme, tenía que contar como me sentía, pero ya por otros motivos. Lo mejor de todo es que podría enseñárselo a mi gente, se lo debía a ellos por darme la mano para ver la vida tan bella de la que formaban parte, la vida que me regalaron y a la que no iba a renunciar aunque me fuera a costar más llevarla, pondría más de mi parte, todo.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>No sé por qué decidí acabar aquel texto con la frase: "Y cuando te hayas consolado (uno siempre termina por consolarse) te alegrarás de haberme conocido" de "El Principito" porque en ese momento aun no tenía mucho sentido; pero como si fuera una predicción se ha cumplido.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>La esclerosis múltiple llegó a mi vida y sentí como si un huracán la hubiera arrasado. En parte lo hizo, pero me mostró cosas que desconocía. Recuerdo la primera vez que me dijeron "vas a ayudar a mucha gente". Qué sensación de humanidad y qué ganas de repetirla, qué bonito es sentirse bien con una misma, ser más empática, ser más ser humana. También trajo a mucha gente a mi vida, héroes anónimos (y ya no tan anónimos), personas a las que una enfermedad también había trastocado la vida y seguían adelante, dando ejemplo, ayudando a mucha gente con el simple hecho de contar su historia.<br />
<span style="white-space: pre;"> </span>La vida es un regalo pero parece que muchos no decidimos abrirlo hasta que nos damos cuenta de que se está gastando ahí envuelto. No tuve un momento de exigirle más a la vida con EM, tuve un momento que me enseñó lo que en verdad era la vida.<br />
<div>
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Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-7794594579580360672017-05-31T05:12:00.002-07:002017-05-31T05:12:58.216-07:00Día mundial de la EM<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La vida con esclerosis múltiple, la complicada vida con
esclerosis múltiple.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Hola
pequeña, hace tiempo que no tenemos una conversación de tú a tú. Celebramos
nuestro tercer día mundial juntas, o por lo menos siendo yo conocedora de que tienes
tu propio espacio en mí. Curiosamente,
me he dado cuenta de que éste, nuestro tercer mayo de convivencia es el primero
en el que no has decidido cebarte conmigo y dejarme hacer mis exámenes “tranquilamente”.
Porque en esta vida no todo se aprende de golpe, y las lecciones que impartes
son de esas en las que casi hay más gente a la puerta de la recuperación que el
día del examen oficial. 3 años de convivencia contigo he necesitado para no
acabar con un brote este mes, como nos sucedió el primero y como tonteamos con
él el año pasado a estas alturas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Vivir con EM es un pequeño desafío
diario para el que cada mañana te tienes que mentalizar de que te vas a superar
a ti mismo a sabiendas de lo complicado que estará, por lo que realmente lo
complicado es mentalizarse de que no pasa nada por fallar, y que tendrás que
intentarlo una y otra vez… hasta que lo consigas. Esto va de caerse, sacudirse
el polvo y levantarse apretando los dientes, de ser más fuerte que ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Cuesta muchas veces no caer engatusada
por los deseos de tu cuerpo de quedarse tumbada el día entero, pero para salir
de ese círculo vicioso hay que pensar justo eso, que se trata de un círculo
vicioso de los que te arrastra a que al día siguiente cueste todo aun más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Llega el día a día y los problemas
que la enfermedad conlleva, como salir a la calle y estar siempre pendiente de
dónde se encuentra el cuarto de baño, de elegir el camino a tomar en función de
las escaleras que hay por un lado y por el otro, de intentar escribir al ritmo
al que habla el profesor, de intentar entender lo que éste está diciendo y procesarlo,
de mirar a la pizarra con cara de desconfianza (porque estás intentando ver lo
que pone), de que llegue cierta hora y la fatiga haya podido contigo y te
vuelves a casa como buenamente puedes, que suele ser en la postura del Sr.
Burns y arrastrando los pies como si estuvieras haciendo esquí de travesía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Pero pese a todo, la vida con EM,
sigue siendo mucha vida. Porque ella me ha enseñado a valorar las cosas que
antes no valoraba, y que curiosamente son las más importantes. Valoro más cada
momento que disfruto en compañía de los míos, cada vista coloreada que mis ojos
me permiten ver con nitidez, cada caricia, abrazo, beso que recibo o doy, las
puestas de sol, zambullirme en el mar… todas esas cosas que semejaban poco
relevantes se han convertido en mi fuente de vida, en lo que me hace levantarme
cada mañana con la mentalidad de que me voy a comer el mundo y me impiden
frustrarme si no devoro ni la mitad, porque sobre todo es eso, queda mucho por
ver, sentir, saborear, oler, querer, escribir… como para tirar la toalla.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> No te compadezcas de nosotros,
admira que hayamos aprendido a seguir viviendo de esta manera y hayamos logrado
ese objetivo que todos buscamos y muchas veces nos impiden las cosas
superficiales, ser feliz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <i>Y cuando te hayas consolado (uno siempre termina por consolarse) te alegrarás de haberme conocido.</i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-4887323276153017962017-05-14T16:01:00.000-07:002017-05-14T16:01:54.848-07:00Ha venido un duende...<div class="MsoNormal">
Increíblemente me ha vuelto a suceder algo increíble, con la
maravillosa alternancia lluvia-sol que vivimos todos estos últimos días (no; no voy a
decir que ande hecha un escombro, que a decir verdad me mantengo bastante digna) hoy,el arco iris petó en mi ventana; no sonaron golpes, sino más bien como unas campanillas.
Inmediatamente salté dela cama y mientras rezaba mentalmente que fuese un unicornio abrí la ventana de par en par . No me defraudó lo que en aquel denso arco
iris con unos colores tan vivos que me
recordaron a los que desde hacía tiempo estaban algo “desteñidos”vi. </div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
En aquel fenómeno físico, estaba un duende al que ya
conocía, un gran amigo al que no dudé en abrazar. Venía con una notificación
escrita (en un perfectamente enrollado pergamino, por supuesto) conforme estaba invitada a acudir a
una reunión de duendes que se iba a realizar. Afirmé rotundamente sin ni siquiera dudarlo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Es por eso que el próximo 19 de mayo, me reuniré junto a
grandes personas en el evento #EMREDES2017, la primera reunión en la que afectados de
EM charlarán en directo (y lo podréis seguir y participar en streaming por supuesto) sobre
la esclerosis múltiple y las redes sociales, ¿para qué las usamos?¿Cómo han
cambiado la relación médico paciente?¿Sobre qué hablamos?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
He tenido la suerte y el honor de ser invitada. Los mayores
me cogen de la mano y me llevan de paseo.</div>
<div class="MsoNormal">
Gracias de todo corazón, sois pura
mielina.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Más info:</div>
<div class="MsoNormal">
https://twitter.com/Marfert/status/863328563742871556</div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://twitter.com/UnadecadaMil/status/856221307779862528">https://twitter.com/UnadecadaMil/status/856221307779862528</a></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
http://noticiadesalud.blogspot.com.es/2017/05/el-i-encuentro-de-bloggers-de.html?m=1<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-52153416548273467772016-12-31T15:08:00.001-08:002016-12-31T15:08:20.481-08:00Las principitas<p dir="ltr"><font size ="4">Por todos es conocido el cuento de la princesa y el guisante, pero ahora voy a contar la historia de otra princes</font><font size ="4">a, antagónica por completo, y sin parecerlo</font><font size ="4"> princesa de </font><font size ="4">pies a</font><font size ="4"> cabeza</font><font size ="4"><font size ="4">.</font></font><br>
<font size ="4">Tal vez una breve descripción de su delicado físico nos ayude a encajarla mejor en la característica fragilidad de los de sangre azul. Tez pálida en la que destacan unos colorados pómulos, coronados estos con dos ojos de un color tan difícil de explicar </font><font size ="4">como</font><font size ="4"> hermoso, como si un gris se hubiese mezclado mal con un verde, como si una aurora boreal</font><font size ="4"> en un día nublado</font><font size ="4"> </font><font size ="4"><font size ="4">iluminara el cielo. Nariz rematada a la perfección, acompañando a unos carnosos labios rosados. Pequeña y delicada parece; pero su aspecto no es más que una bonita fachada.</font></font><br>
<font size ="4">No dice nada, muchas veces ni cuando se le pregunta cómo ha pasado esa noche, p</font><font size ="4">ues</font><font size ="4"> ella aguanta el dolor callada. Y es que si la versión clásica hablaba de la incomodidad experimentada por una princesa hacia un guisante escondido bajo una cuantiosa pila de colchones; </font><font size ="4">en este caso es una fina capa de espuma la que separa a nuestra protagonista de un pedregoso somier</font><font size ="4">; castigo impuesto años atrás por una desconocida realmente muy conocida, maldición sin capacidades de reversión, una vitalicia absurda condena</font><font size ="4">. </font><font size ="4"><font size ="4">Cantos rodados, guijarros, otras afiladas como cuchillos, grava esparcida… una verdadera tortura. Y así, noche tras noche, se acuesta nuestra princesa sin dejar que su sonrisa se pierda, resistiendo las adversidades impuestas, sin molestar, callada como ella es para según qué cosas…</font></font><br>
<font size ="4">Algo cambió el día que descubrió que no solamente a ella se le había impuesto una tortura semejante, sino que habían tocado una de las pocas cosas que consideraba que debía cuidar y proteger con su vida</font><font size ="4">, la que para ella siempre sería su princesita particular, alguien que llevaba tanto tiempo con ella que consideraba que era parte de su ser, alguien que consiguió ponerse en su piel cuando una maldición transformó también su cama. La benjamina del palacio había sido maldecida también, y fue más doloroso que todas las noches </font><font size ="4">maldormidas</font><font size ="4"><font size ="4"> hasta entonces.</font></font><br>
<font size ="4">La pequeña no se callaba, protestaba, se enfadaba, se pasaba el día quejándose… hasta que se dio cuenta de que nada iba a cambiar y buscó una i</font><font size ="4"><font size ="4">nexistente solución para ambas.</font></font><br>
<font size ="4">No, sin duda era imposible, por más piedras que sacaran de las camas siempre acababan multiplicándose, y entonces decidieron dejar de pelear contra los problemas, no era una lucha que pudieran ganar, pero sí comprendieron el término resiliencia</font><font size ="4"><font size ="4">, no podían hacer nada con las piedras, pero sí podían ampararse más de ellas. </font></font><br>
<font size ="4"><font size ="4">Pasaron días paseando por campos y prados, recolectando flores con las que poder llenar más los colchones y proteger sus aparentemente frágiles espaldas, curtidas realmente de tanto reposar sobre los escarpados lechos.</font></font><br>
<font size ="4"><font size ="4">Y así fue como las dos dejaron de sufrir tanto a las noches, más acomodadas se encontraban en sus nuevos colchones, sin conseguir nunca la plenitud del confort, pero sabiendo que de ser necesario siempre podrían pasar la noche durmiendo juntas, comprendiéndose la una a la otra, entendiéndose, empujándose, tendiéndose una mano para ayudarse e, incluso de ser necesario, recolectando flores para la otra el día que una no pueda salir.</font></font><br>
<font size ="4">Porque si algo caracteriza a la dinastía de nuestra historia, es el amor que sienten la una por la otra, las alegrías y tristezas que comparten y la necesidad de sentir que la otra se está riendo; tanto si duermen en cuartos contiguos como si lo hacen separadas con tierras y mares mediante, o con millones de años luz entre </font><font size ="4">sus respectivas estrellas.</font></p>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-5992381606395737162016-11-11T03:28:00.001-08:002016-11-11T03:28:37.496-08:00La cría de cocodrilo<p dir="ltr">Una pequeña brecha se hizo visible en el pequeño y solitario huevo blanco. Había llovido mucho, por lo que el suelo estaba enfangado cuando una patita consiguió fragmentar por completo el cascarón que protegía a la cría de cocodrilo, a partir de aquella abertura no le resultó difícil acabar de eclosionar el huevo para salir de él y conocer a sus hermanos, con los que esperaría a que su madre viniese a buscarlos para llevarlos al agua uno a uno bien protegidos en su inmensa boca. Pero la primera sorpresa de su vida fue ver que era el único allí, “quizá haya tardado demasiado y mamá ya se los habrá ido llevando a todos, en breves vendrá a por mí” decía para si mismo al tiempo que se desalentaba al ver que los de su huevo eran los únicos restos de cáscara que por allí había. Esperó y esperó, pero nadie venía a buscarlo. La necesidad de llegar al agua se hacía cada vez más fuerte; comenzaba a notar la deshidratación, pero el temor a los depredadores lo mantenía paralizado. Sus lágrimas pese a ser de cocodrilo eran reales y justificadas, materializaban un dolor existente, el de la soledad y el miedo. Llegó el momento en el que sintió que si no echaba a reptar, el lugar que lo había visto nacer podría contemplar también el fin de su corta vida; así que se las arreglaría como fuese, pero llegaría al agua.</p>
<p dir="ltr">No fue un camino fácil, el barro resbalaba y sus pequeñas patas semejaban no tener la fuerza suficiente para desplazarse por él. Los socavones eran francamente complicados, lo dejaban en una situación en la que tendría que duplicar la fuerza que hacía para salir de ellos y poder continuar hasta llegar al agua. Cada ruido que escuchaba tras de sí era una tortura, pues no se podía sacar de la cabeza que algún hambriento y gigantesco animal lo había seleccionado como merienda para ese día. Pero finalmente llegó al río, al agua que representaba tan bien lo que era la vida que quería, la de ser feliz haciendo lo que le gustaba, nadar.</p>
<p dir="ltr">Pasaba el tiempo y el pequeño cocodrilo iba creciendo a medida que éste transcurría, tanto en tamaño como en experiencia en los problemas cotidianos en el río. Nunca olvidaría el angustioso camino que recorrió hasta llegar allí y ser feliz, por eso fue que en cuanto escuchó un gimoteo que le resultaba familiar fue sin dudarlo hasta el foco del que provenía el sonido. Le resultaba conocido, pues ya había pasado por aquello. Efectivamente al acercarse se encontró a una pequeña cría de cocodrilo llorando sobre el cascarón que acababa de romper. Las lágrimas verdaderas y la soledad a su alrededor lo hicieron rememorar, esta cría debía ser un caso como el suyo, un huevo extraviado de su nido, un pequeño ser carente de la ayuda necesaria para llegar al agua. No podía torcer la cara ante aquella situación, no podía permitir que estando en su mano alguien viviera el calvario que supuso para él llegar al río.</p>
<p dir="ltr">-“Tranquilo pequeño; voy a ser sincero, estás tú solo y así será como llegarás al río, nadie va a venir a buscarte, pero llegarás, con mi ayuda llegarás”</p>
<p dir="ltr">El pequeño recién nacido lo miraba sorprendido, no le causaba pavor, pues identificaba que eran de la misma especie, y realmente su tamaño no era excesivo, se notaba que todavía era bastante joven.</p>
<p dir="ltr">“Yo te ayudaré con pequeños empujones cuando los necesites, me encantaría poder llevarte hasta el agua protegido entre mis dientes, pero ya ves que soy poco más grande que tú. Yo pasé por lo mismo, también nací de un huevo que estaba fuera del nido, pero mírame ahora, conseguí llegar al río y me he hecho más grande, ya verás lo divertido que es aquello, lo bonito que es vivir allí. Has de emprender camino cuanto antes; si empezamos ya, pronto podrás disfrutar de la vida en el río, así que no tenemos tiempo que perder”</p>
<p dir="ltr">La cría ni lo dudó un segundo y con sus endebles patas comenzó a caminar, o intentarlo, por el lodo que embadurnaba los alrededores del río. Lo hacía muy bien, se dejaba asesorar totalmente por la voz de la experiencia y no se preocupaba si se cansaba demasiado, pues cuando eso sucedía el morro de su nuevo compañero le daba el empujoncito que necesitaba para continuar hacia delante.</p>
<p dir="ltr">Finalmente y superando las adversidades ambos llegaron al río; y allí la cría sólo podía pensar “lo que me hubiese perdido de haberme rendido y no pelear por llegar hasta aquí” y la experiencia le hizo pensar, que en cuanto un llanto pusiese sonido a otras verdaderas lágrimas de cocodrilo, acudiría sin dudarlo. </p>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-48302004812733415122016-10-21T02:01:00.001-07:002016-10-21T02:10:02.794-07:00BiEMio <p dir="ltr"><i>Aún no se me ha olvidado el dolor del golpe,</i><i><i> </i></i>eso<i><i> </i></i>es lo que le diría a la chica que desconsoladamente llora en la cama de su habitación del hospital, a la que le acaban de decir que tiene esclerosis múltiple, a mi yo de hace hoy dos años. <br>
Me encantaría poder estar allí conmigo misma, acariciar mis por aquel entonces entumecidas piernas mientras me explico que esa<i> </i>incómoda sensación desaparecerá, que podrá y deberá volver a hacer deporte, que no se deberá conformar con lo que parece el tope de la mejoría, pues cada vez que crea alcanzarlo descubrirá que existe aún más margen. <br>
En aquellos momentos no relucía ni el más mínimo ápice de la alegría que nos caracterizaba, alegría que fue retornando gradualmente hasta alcanzar límites desconocidos. Esa chica no sabe que lo que ahora parece la anunciación de una condena en vida no es más que un abrupto punto de inflexión hacia una manera de vivir diferente; una vida en la que las alegrías despejarán soplando las nubes que ahora ensombrecen su visión, donde las sonrisas enjugarán las lágrimas que los próximos meses rodarán por sus mejillas llevándose consigo el dolor que materializan, en la que conocerá y seguirá los pasos de superhéroes que no portan capa y antifaz, pero sí impresionantes historias de superación a sus espaldas. <br>
Comienza otra vida pero con memoria histórica en la que no olvidará jamás ese fatídico 21 de octubre de 2014 que la hará sacar su lado más humano y empático, obligándole a tender una mano a todo aquel que experimente lo que ella misma sintió aquel día. Se convertirá en la persona fuerte y valiente que ni tan siquiera imaginó que sería<i><i>. </i></i><br>
<i>Pau; al cabo de 2 años la esclerosis seguirá contigo, pero te juro que nunca hemos sido tan felices. Ahora estás escuchando los golpes que muchas puertas están dando a medida que se cierran bruscamente, pero encontrarás ventanas, trampillas y pasadizos que te llevarán al otro lado si le pones las ganas necesarias. A día de hoy sigo muy orgullosa de cómo has encajado el golpe, de la voluntad que pusiste en mantenerte erguida para que nada ni nadie de tu alrededor se desmoronase , de tu insistencia en llevar con humor todo esto, de cómo poco a poco te has convertido en lo que hoy somos.</i> <br>
<i>Todavía te queda mucho por llorar, pero créeme cuando te digo que llegará el día en el que todo ese dolor pintará una sonrisa en tu cara. </i><br>
<i>Porque tú tenías una vida feliz hasta el momento, pero a partir de ahora tendrás otra vida feliz. </i></p>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-58145725005930767232016-07-31T05:25:00.000-07:002016-07-31T05:25:32.344-07:00No te pares VI: la belleza del mundoNi aquellas gafas de rosas cristales podían arreglar aquella situación. Naturaleza basta, muerta y oscura; habitada únicamente por indeseables alimañas de seis patas como mínimo; suelo sucio, lleno de desniveles causados por raíces y hojas sin vida, enfangado y resbaladizo.<br />
Resultaba desagradable pasar por ahí, pero había caminado demasiado ya por la senda que la dirigió hasta ese lugar y la vuelta atrás resultaría tediosa. Por eso que cuando el paisaje comenzó a cambiar, en su cabeza para sí misma sólo pensaba “mejorará” y así durante largos tramos; pero no, la realidad era que no mejoraba sino que empeoraba por mucho que en su cabeza tratara de autoengañarse. El redundante mejorará era mentira, empezaba a darse cuenta de ello y por ese motivo repicaba mucho menos en sus adentros la palabra; había llegado el momento en el que iría todo a peor.<br />
Debía seguir como fuera ya que pararse nunca, por desolador que fuese todo. En cada paso que propina siente como se le hunden los pies en el barro; pisando con mucha inseguridad por todo lo que pueda hacerla tropezar. Alguna vez había besado el suelo, por lo que el barro se extendía más allá de los pies, llegando incluso a su cara y su lacia melena. Está siendo muy difícil y el cansancio la acompaña, pero prosigue, sacando fuerzas de donde no las hay, desfilando cada vez más lenta, apática y desganada. Y, de repente, a lo lejos, consigue ver una luz blanca, como si un pequeño ángel se hubiese posado sobre aquel suelo, incentivándola a apurar el paso. Se acercó y vislumbró de qué se trataba. Era una hermosa flor de loto de color blanco, con pequeños destellos de un rosa muy pálido. Belleza concentrada, inmejorable, perfecta. En aquel momento así lo era para ella. La hizo recordar todas las cosas hermosas que por su vida han pasado; lugares, personas, caricias, historias, sonidos, colores, construcciones, besos, aromas, risas, canciones, atardeceres, gestos, dibujos, detalles, abrazos, cuadros, libros, sabores, estrelladas noches, recuerdos, melodías. Todo. Desde la más efímera estrella fugaz al perpetuo escenario sobre el que ésta había destellado. Todo lo hermoso que conocía pasó por su cabeza, haciéndola consciente una vez más de lo bella que puede ser la vida de mil maneras posibles, que los recuerdos han de ser creados a partir de exponer los sentidos a ello; que si algo tan impecable como aquella flor había podido nacer y crecer allí, no se debe perder la esperanza de que la luz pueda iluminar la más lúgubre de las situaciones. Con la fotografía mental hecha continuó más aprisa; los obstáculos no importaban, caerse le preocupaba menos porque sabía que se podía levantar, y paso a paso, obviando su alrededor, continuó trotando. Pasado un tiempo se dio cuenta de lo estable que había tornado aquel terreno, el cambio se había producido tan gradualmente que había pasado desapercibido, al igual que el color y espesura del fango sobre y bajo sus pies, más claro, más semejante a esa fuente de vida que es el agua, a esa creadora de muchos de los paisajes que por su mente pasaron retratando el concepto de hermosura.<br />
La cosa había mejorado, increíblemente, lo había hecho. Y continuó con su ya sonrisa habitual, feliz como el cascabel que parece sonar a cada paso que da, deseando descubrir más de esos detalles que hacen que el mundo sea un precioso lugar en el que morar.<br />
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span><br />
…continuará…Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-55057821329709933422016-06-15T02:43:00.001-07:002016-06-15T02:43:18.395-07:00No te pares V- La sirenita de acero<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Tras seguir la corriente del río,
al fin había llegado a lo más bello que sus ojos jamás habían visto, a donde el
sonido más relajaba, el lugar donde el olor a salitre resultaba embriagador e
incluso podía paladearse, había alcanzado, siguiendo la ribera del río, su
desembocadura; había llegado al mar. Emocionada por aquello no dudó en lanzarse
a él, necesitaba sentir como la envolvía. Para su sorpresa, en el mismo instante
de la zambullida sintió dolor, como si cientos de miles de alfileres se
clavaran en sus piernas. Salió de allí rápidamente y se resguardó subiéndose a
una roca. ¿Cómo podía ser aquello? ¿Cómo, el mar que tanto amaba, podía estar
hiriéndola de esa manera?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
El disgusto era patente en su
cara, y allí se quedó un rato disfrutándolo con el resto de sus sentidos, pero
sin atreverse a tocarlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Se pronunció una voz desconocida
con un “hola” y nadando por el borde de aquella roca en la que se encontraba
apareció una sonriente muchacha.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-He visto lo que te ha pasado,
conozco esa sensación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Hola- dijo con un tono algo
desalentador- ha sido horrible. Me siento traicionada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Sé cómo te sientes, yo también
sentí lo mismo la primera vez que eso sucedió. Pero no hay dolor capaz de
sacarme del agua, fuera de aquí es todo más complicado; es de otro tipo, pero
también dolor al fin y al cabo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Pudo ver que aquella chica no se
mantenía a flote usando sus piernas, sino que su tronco continuaba con una cola
que movía acompasadamente. No era la clásica cola de sirena que acostumbramos
imaginar; no, estaba hecha de acero, semejaba el casco de un barco que sin duda
había vivido tiempos mejores y algún temporal había conseguido mellar
levemente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-¡Eres una sirena!- exclamó
sorprendida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Realmente no, no lo soy…. Verás,
yo no nací así. Pero sí que es cierto que apenas conservo recuerdos previos a
que esta cola fuera forjada a bordo de un barco llamado el San Martín. No
siempre fue como la ves ahora, era hermosísima, pero los años han pasado
excesivamente rápido por ella.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-A mí me sigue pareciendo hermosa;
y sin duda fuerte, muy fuerte. Se ve que está hecha con el mismo acero que se
usa para fabricar barcos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
La sirenita cambió su sonrisa, ya
que en ningún momento ésta había desaparecido de su cara, digamos que tornó a
una sonrisa melancólica.-Eso era justo lo que me decían durante las primeras
“andanzas” con ella. Por eso no he renunciado a ella jamás, ni en los peores
temporales, ni tras haber sufrido golpes y heridas, ni tras sentir el peor de
los dolores, porque eso sería renunciar a mi verdadera pasión; no puedo sacar
de mi vida lo que realmente me la da, ni puedo pretender ser yo fuera del
ambiente donde me encuentro siempre conmigo misma. El dolor físico es
superable, el de corazón no.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Ni se lo pensó, se lanzó al agua
con el poco estilo para ello que la caracterizaba.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-No pienses, disfruta.-dijo la
sirena.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Y así lo hizo. Así se reconcilió
con el agua.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Fue bastante el tiempo que
pasaron juntas, nadando felices y charlando. Se acercaba el ocaso y sabían que
tocaba que cada una volviera al lugar que le correspondía, una iría al fondo
del mar y la otra a tierra firme para descansar. Se despidieron fundiéndose en
un fuerte abrazo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Gracias, muchas gracias- le
dijo, ahora sonriendo ella- me acordaré de este momento y de tus palabras cada
vez que sienta el dolor que me pueda provocar el agua.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Recuerda siempre que la pasión
es el mejor analgésico que puede existir, que no hay dolor que no puedas
soportar si estás justo donde siempre quisiste estar.-Tras estas palabras se
sumergió en el agua y pudo verse por última vez su aleta, su preciosa y fuerte
aleta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
…..Continuará…..<o:p></o:p></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-41975553601425400522016-03-29T15:46:00.000-07:002016-03-29T15:46:49.333-07:00No te pares iv: el perro nubeSe había enfadado, aquella vida la estaba amargando; tener que escapar continuamente de algo que sin razón la perseguía, algo que ni tan siquiera era corpóreo como para poder dirigir su ira.<br />
Se sentó sobre una piedra y rompió a llorar, con fuerza, con ganas e innegablemente con motivo.<br />
Sentada y encogida sobre sí misma buscaba consuelo donde era imposible encontrarlo.<br />
Sus manos le cubrían los ojos cuando notó como algo se posaba suavemente sobre una de sus rodillas. No se asustó en el momento, pues había sido con suma delicadeza. Al despejar las manos de la vista y ya con los ojos enjugados pudo ver que allí posado estaba el hocico de un perro con pelo blanco, de aspecto mullido. Como si una nube se hubiera quedado enganchada a la cima de una montaña y un trocito hubiese bajado por la ladera.<br />
Al cruzarse sus miradas el perro comenzó a mover la cola en señal de alegría.<br />
-Hola- dijo ella mientras lo acariciaba entre las orejas que algo había levantado al oír su voz.<br />
Se sorprendió al no obtener respuesta, estaba acostumbrada a los atentados contra la lógica tras todos los vividos.<br />
Poco tiempo más se quedaron como estaban. Levantó su cabeza y con un leve ladrido indicó que quería que lo siguiera. Así hizo ella. Se pusieron en marcha y como ella sospechaba, sin dirección.<br />
Pasaron días caminando juntos, ella había observado que en su cuerpo lucía más de una cicatriz y que desde luego no era un cachorro. De hecho eran muchas las veces que terminaba el día con él en brazos buscando un lugar cómodo para dormir.<br />
Los paseos eran amenos, aunque él se pasaba el rato parándose a olerlo todo, cosa que ella no soportaba, pero tampoco lo dejaba atrás, no se quería separar de aquel animal, así que un "vamos" salía automáticamente de su boca cada vez que olisqueaba algo.<br />
-No hay prisa si no vas a ningún lado- respondió el perro un día, dejando sorprendidísima a la interlocutora.<br />
-¡Puedes hablar!- afirmó efusivamente pero medio interrogando.<br />
-Te has ganado mi confianza. Un perro viejo como yo ha vivido mucho... y lo he pasado muy mal, he conocido muchas casas, las calles e incluso la perrera. Aunque he vivido feliz los últimos años, por suerte fui adoptado por una familia que me quiso mucho, hasta he tenido hermanas.<br />
-Y entonces, ¿por qué te has escapado de ahí? -Preguntó ella intrigada por lo que le contaba.<br />
-Verás, como bien imaginaste cuando me conociste, formo parte de una nube, a la que he de volver ahora que ya tengo cierta edad. Me ha encantado conocerte, y comprobar otra vez que guardar odio y rencor a la vida de poco o nada sirve...<br />
-Espera- interrumpió -¿me estás diciendo que te vas a marchar?¿Que no continuarás el camino conmigo? -Cuestionó con tristeza.<br />
-Me temo que así es; pero he cumplido mi misión, cuando te conocí estabas llorando, triste y enfadada. Te he demostrado que así no se puede llegar lejos.<br />
Tenía razón, había conseguido devolverla a su camino.<br />
-Pero ahora te irás, y me pondré triste de nuevo.<br />
-Pero tú ahora ya sabes que de nada servirá. Nos echaremos de menos, porque nos queremos. Pero lo que hemos aprendido el uno del otro no quedará solo en un recuerdo, permanecerá para siempre formando parte de nuestras conciencias. Siempre formaremos una pequeña parte el uno del otro.<br />
Pasaron pocos días más y apareció la montaña por la que el perro debía seguir en solitario su camino.<br />
-Es aquí -dijo.<br />
Ella no pudo abrir la boca para despedirse, pues en el momento que lo hiciera las lágrimas volverían a sus ojos y su voz se quebraría.<br />
Lo acarició por última vez y le dedicó una sonrisa triste, él aprovechando que ella estaba agachada, volvió a apoyar su hocico sobre su rodilla, acabando todo tal y como había comenzado. Se dio la vuelta y comenzó a subir por el sendero marcado.<br />
Ella se quedó allí, viéndolo partir con su mirada empapada y una lección grabada a fuego.<br />
Hasta pudo ver como se fusionaba con la nube, descansando sobre aquella enorme manta azul.<br />
Y allí estaba ella, sabiendo que el dolor la acompañaría, pero que aquello no era motivo para no continuar.<br />
...continuará...<br />
<br />
<br />
Dedicado a Tulkas. Espero que el cariño que te llevas sea todo el que aquí falta.Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-90441469096422114022016-02-25T05:53:00.002-08:002016-02-25T05:57:22.471-08:00No te pares III: La telaraña<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
La parada fue obligatoria, no fue
que sus energías se hubiesen desvanecido y mucho menos sus ánimos; pero aquella
obra de arte era digna de ser admirada. Una espesísima telaraña cubría los
huecos entre cuatro árboles. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Cientos de arañas se paseaban por
ella, por suerte aquellas gafas hacía que parecieran unos entrañables
animalitos de 8 patas, con brillantes ojos y aspecto de peluche; mejor no
sacarse aquellas lentes pues sabía que sin ellas aquella escena resultaría de
todo menos agradable.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Se podían escuchar los murmullos
de aquellos arácnidos y al acercarse más consiguió atender a sus
conversaciones, eran unos temas muy poco interesantes, el sabor de aquellas
moscas, distintos tipos de puntos y el puenting que algunas estaban
practicando.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
En el último árbol unido por
aquella madeja se podía ver como una de ellas saltaba al que aún no había sido
tejido, y volvía, y retornaba al de origen, y volvía al que próximamente sería incluido
en aquella colección. Aquella araña era la artífice de la obra, y la curiosidad
es la curiosidad, vio necesario informarse de lo que allí acontecía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Buenas tardes-saludó.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Buenas tardes, pero estoy muy
ocupada, no puedo hablar ahora- respondió apuradamente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Oh, es sólo una pregunta… ¿a qué
es debido este corte en el camino?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Es evidente que para atrapar
moscas y alimentarme, ¿te crees que sólo tejemos para darle un aspecto
fantasmagórico a vuestras casas o que se note que os gusta menos la escoba que
a nosotras los insecticidas?- respondió tajante y con tono malhumorado-<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Cortada quedó la muchacha ante
semejante respuesta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Pero… ¿no van a ser muchas
moscas para ti?- con voz dulce, amable y pacificadora lanzó esta pregunta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Pues evidentemente sí, pero es
que en el mundo no estoy yo sola, los míos también necesitan moscas. Y vete ya,
que me estás distrayendo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-¿Me estás diciendo que tejes
para toda esa recua?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Alguien tiene que hacerlo…- dijo
medio suspirando.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Pero, ¿es que ellas no pueden?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Algunas no, a otras es que no
les gusta y he sido incapaz de decirles que no…- cuatro lágrimas empezaron a
caer de cuatro de sus ojos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Agarró a aquella araña (ojalá las
gafas mejoraran también el sentido del tacto) y ella revolviéndose agitaba
cuatro puños a la vez. –¡Maldita seas! Suéltame estúpida bípeda.- Sin lugar a
dudas carácter le sobraba.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Soy más grande que tú, te guste
o no me vas a escuchar. No puedes hacer siempre lo que los demás quieran,
mírate, estás exhausta. Claro que deberás ayudar a quien lo necesite, en la
medida de tus posibilidades, pero no puedes consentir que recaiga sobre ti
tamaña responsabilidad. Mira para ahí, tus compañeras están divirtiéndose,
charlando y jugando. Recuerda siempre que lo primero eres tú, tu telaraña y tus
moscas. De ahí en adelante lo que quieras para ayudar a los demás, pero también
tienes derecho a catar un buen moscardón y lanzarte de la red abajo, que es lo
que he concluido que os encanta hacer. Hay tiempo para todo, si entre todas las
que podéis colaboráis no os faltarán moscas a ninguna.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Aquel
insecto tenía sus ocho ojos más abiertos que nunca, en todos los sentidos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Ahora
me falta decírselo a las demás…- se notó la cobardía en su tono.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Tranquila
que de eso me encargo yo.- Le dijo mientras la soltaba de sus dedos pulgar e
índice para posarla sobre la palma de su mano- ¡Atención!- dijo esto último
levantando el tono para reclamar el caso de las demás- Vuestra amiga está cansada,
no puede continuar tejiendo ella sola, necesita también divertirse como
vosotras, y creo que no me equivoco si digo que entre todas las que sois podréis
continuar la obra que ella ha comenzado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Se
escucharon murmullos del tipo “claro que sí” y “si se lo he dicho mil veces”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Ahora
la voy a dejar aquí, para que se entretenga con algo que no sea trabajo, así
que algunas deberíais ir al último árbol a continuar lo que ella ya ha
comenzado- rápidamente se movieron muchas de ellas a la zona de labor. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Muchas
gracias chica- dijo con una voz totalmente diferente a la empleada en su
presentación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-No hay
de qué, recuerda siempre que no podemos anteponer nada a nuestro bienestar, si
se puede ayudar pues bien; pero cuando no se puede no debes agobiarte tú por
ello.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Me
gustaría hacer algo por ti- dijo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Se dejó
caer desde su mano hasta sus pies, y comenzó a dar vueltas alrededor de ellos,
en un periquete tenía puestos unos calcetines.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Llevaba
un rato viéndote las magulladuras en los pies, y en esto sí que te podía
ayudar. No me gustaría que te fueras sin un recuerdo de mí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Se
sonrieron con complicidad y mientras una trepaba por la telaraña, la otra echó
a andar con sus pies protegidos para el camino que debía continuar. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
…continuará…<o:p></o:p></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-78569457882390414032016-01-18T17:56:00.002-08:002016-01-18T17:59:21.813-08:00Insomnio, nervios y reflexiones Se tumbó sobre la arena y pronto comenzó a notar como la ascendente marea rozaba las plantas de sus pies, como el mar que era su vida la iba atrapando. El ritmo no cesaba ni era lento, la masa marina la iba empapando. Sus piernas hacía tiempo que estaban totalmente sumergidas, por su cabeza seguía ascendiendo el agua. Le cubrió los oídos, ya no sólo escuchaba el mar rompiendo en la tierra, con sus orejas ya bajo el agua podía oír el ruido que generaba la arena y los guijarros moviéndose a merced de la marea. Llegó el momento en el que el agua cubrió sus ojos, impidiendo ver con nitidez la gigantesca cúpula que la cubría, ahora ya decorada con una enorme perla brillante capaz de emitir destellos que quedaban adheridos sobre el tapiz de terciopelo negro que era aquella noche. De los agujeros de su nariz había salido la primera burbuja cuando pudo escuchar un sonido distinto, no era creado por la resaca, venía de fuera, de arriba. Aquello sonaba como si quinientos millones de cascabeles estuvieran siendo agitados. El celestial sonido hizo que la incorporación fuera inmediata ;podía escuchar y ver mejor aquellas estrellas, podía escuchar las risas que emitían todas y cada una de ellas; aunque tal vez solo fuese una la que realmente estaba alegre. Se vio en la obligación de reír también, en la de permanecer siempre con la sonrisa en la cara, en la de no dejar que aquel mar que era su vida la hundiese por completo.Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-30975309826768953992015-12-30T18:17:00.001-08:002015-12-30T18:17:28.750-08:00No te pares II. Optomismo<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Despertó sobre su catre de hojas,
impregnada en rocío y pagando la factura del desgaste físico acumulado y la
poca confortabilidad de su lecho. El esfuerzo de sus piernas cansadas se había
transformado en dolor, como si cientos de cristales las hubiesen rellenado.
Cuando se puso en pie se percató de que el árbol con el que había mantenido una
conversación el día anterior no estaba ahí, no se sorprendió pues estaba
convencida de que aquello había sido un sueño o incluso una alucinación a causa
de la deshidratación y el cansancio. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Miró hacia todas partes, “¿y
ahora qué?” pensó. La respuesta era evidente, tenía que ponerse en marcha, no
se podía quedar allí, sola en mitad de ninguna parte, decidió que su destino lo
marcarían sus necesidades, siendo agua la primordial en aquel momento, por lo
que agudizó su oído para localizar de dónde provenía el sonido de agua
zambulléndose en agua, allí cerca tenía que haber una cascada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Así echó a andar, cada paso le
producía dolor, pero aún tratándose de algo irreal las palabras de aquel árbol
la habían marcado. Hasta que tropezó. Pensó que se había debido a un flaqueo de
sus piernas, vio que su pie había chocado contra un montículo de tierra, como
si algo hubiera sido desenterrado. Lo vio claro, aquel árbol no había sido una
fantasía, era real, se había conseguido marchar de allí dejando un rastro de tierra
removida tras él. ¿Cuánto tiempo había dormido, y cómo de profundo había tenido
que ser su sueño para ni inmutarse ante los evidentes ruidos que aquel vegetal
había debido generar? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Al darse la vuelta para observar
mejor las oquedades evidentes a segunda vista, encontró algo brillante medio
soterrado. Enganchó una pequeña barra metálica y al tirar descubrió que se
trataba de unas gafas. Unas gafas espantosas, con rosados cristales tintados.
¿Serían de aquel árbol? La situación se volvería más extraña en el momento que
una aguda y chirriante voz le habló. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Tss. Tú. Menos mal que te
encuentro aún aquí, hubiera incumplido la misión de esperar a que despertaras.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Ella miró hacia todos lados. El
sonido provenía de lo alto, por lo que buscó otro árbol antropomorfo, y mientras
su cabeza giraba continuó la vocecilla hablando.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Aquí, detrás de ti, en la rama-
medio suspiró la ardilla que pronunció esta frase.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Se cruzaron sus miradas. Siempre
le habían gustado ese tipo de animalitos, aunque era la primera vez que se encontraba
con uno parlante, pero tras lo del árbol era de las pocas personas que podías
asegurar que la perfecta comunicación con roedores no era lo más impresionante
que había vivido.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Bueno, veo que ya te marchabas,
menos mal, he estado lunas y soles aquí esperando a que abrieras los ojos y
justo lo haces el día que no me pueden traer las nueces y tengo que ir yo a por
ellas. Me han dejado instrucciones para ti, son sencillas; ponte esas gafas y
corre.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Un animal de pomposa cola le
estaba dando órdenes. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-¿Me entiendes si te hablo?-
preguntó ella insegura de que aquella frase fuera a tener una respuesta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Asintió la ardilla, mientras
enganchaba la nuez que tenía a su lado con las dos manitas y le hincaba sus
pronunciados incisivos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-¿Y el árbol que estaba aquí ayer?
¿Qué son estas gafas? ¿Tú por qué puedes hablarme y entenderme?- hubiera
seguido lanzando preguntas de no ser por la irrupción entre cuestión y cuestión
del animal. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Calma, calma. ¿Eres consciente
de que esta nuez triplica el tamaño de mi cerebro? Déjame procesar. Verás, ayer
ese árbol ya no estaba ahí. Hace bastante que arrancó- soltó una molesta
risita, adecuada para la punzante voz que tenía- dejó ahí ese regalo para ti,
con el mensaje del que soy portadora de que te las pongas y corras. Lo de que
podamos mantener esta conversación lo entenderás a su debido tiempo, pero
resulta absurdo que me hagas esta pregunta a mí y no a un ser aparentemente
carente de corazón como es un árbol.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
La pedantería de aquel animal le
resultaba un tanto insoportable. Pero decidió seguir el consejo. Se puso las
gafas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Descubrió un nuevo mundo, el
lúgubre y sombrío bosque pasó a convertirse en un lugar digno de cuento
fantasioso, donde las copas de los árboles lucían unos llamativos y vivos
verdes, el suelo no era tierra, sino la más acolchada de las hierbas, podía ver
flores de todos los colores ornamentando el suelo, vio hacia la ardilla y ésta
tenía aspecto de dibujo animado, unos enormes y brillantes ojos negros, un par
de gramos más y una cola con un aspecto más suave y mullido.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Está todo precioso.-Fue lo que
alcanzó a decir.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-De eso se trata, los cristales
de esas gafas están hechos para suprimir lo malo, para mostrarte lo mejor de
todo lo que a través de ellas veas. Y en este camino te hará falta; hay zonas
del bosque en las que incluso con ellas puestas el miedo te invadirá, pero sin
ellas sería inviable que consiguieras salir de aquí. De lo que te encontrarás
luego no puedo hablarte, pues es desconocido para mí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Si me encanta como se ve todo…
¿pero no tengo un aspecto absurdo con ellas? ¿Y si me ve alguien? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Tienes puestas en la cara unas
gafas que te hacen ver las cosas en su mejor forma… ¿y te va a importar lo que pueda
pensar el resto?- Dijo el roedor mientras dejaba un momento de mordisquear la
cáscara de la nuez.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Se sintió estúpida. Aquella
ardilla tenía más sentido común que ella. Optó por no responder, no se podía
permitir quedar peor ante aquella situación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Hazme caso te ayudarán a
rebajarle dureza a la realidad, serán necesarias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-¿Algo más que añadir antes de
que cumpla el último de tus avisos?-Preguntó, ansiosa por levantar los pies y
ver qué más cosas podría mejorar con aquella absurdez sobre los ojos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-No, salvo tal vez recomendarte
que no te pares; y si te paran, recuerda que en tu ayer había un árbol donde
tus pies se encuentran ahora.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Miró sus pies, con aquellas gafas
no se veía ni un solo rasguño. Levantó uno, en cuanto tocó el suelo el otro lo
imitó, y así echó a caminar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
…continuará…<o:p></o:p></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-53961645322323788022015-12-18T03:39:00.001-08:002015-12-18T03:39:26.089-08:00Ejercicio de EMpatía<div class="MsoNormal">
Abres los ojos, es la hora de la pastilla. Antes de levantarte
hay que hacer los estiramientos de piernas pertinentes, pues como todos los
días las piernas son las más dormilonas, y está demostrado que si las haces
levantarse sin estar preparadas te dejan vendida, vendida y en el suelo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Vas al baño y desayunas, siempre en ese orden, pues si no
vas a estar pegando saltitos con las piernas pegadas desde que pones el primer
pie en la cocina, cosa que pasa cuando el baño está ocupado. Desayunas con
tranquilidad y te vistes, es la hora de ir al gimnasio, pero qué pereza, ¿no?,
si ya estuviste ayer, y anteayer, y la semana pasada… da igual, el resultado si
no vas repercutirá, y mucho, en las horas venideras. Antes de salir de casa
acuérdate de esperar un rato y “hacer ganas” vamos, que pases por el baño si no
quieres empezar a hacer deporte cargada con la bolsa del gimnasio corriendo
hasta allí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Bueno, ya estás con tu modelito chandalero, empezamos con un
poco de cinta. Por suerte a primera hora hay poca gente por ahí, la gente te va
a mirar preguntándose qué hace esa tía con el pedo que lleva andando en la
cinta. Subimos velocidad y echamos a correr, curiosamente nos resulta más fácil
los primeros minutos, pero no todo va a ser tan bonito. A medida que te cansas,
tus ojos lo hacen más, se deben de aburrir de ver lo que tienen en frente y
deciden reducir la producción: “con que distinga un poco las figuras y los
colores le sobra”. En algún momento una de tus rodillas, o las dos, te va a dar
el aviso de que vayas parando, que en cualquier momento para de trabajar
también. Obviamente le haces caso y cambias de tarea tras haberte echado agua fría
en nuca, muñecas y sienes, y sentarte unos minutos, por la vista calibras
cuando estás listo para seguir. Continúas y te vas llevando pequeñas alegrías
relacionadas con tu mejoría; que si aguantas un poco más, que si tienes más
fuerza…. Acabas, estás totalmente machacado pero no fatigado, enhorabuena,
objetivo cumplido. Haces el cuarto-quinto y último pis en el gimnasio y para la
facultad, que el día no ha hecho más que empezar. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Llegas a la facultad tras haber usado muchas escaleras,
recurso arquitectónico del que nunca te podrás fiar al 100%, sobre todo si son
de bajada, tú echas un pie pero este está indeciso sobre si apoyarse en el
siguiente peldaño, lo ayudas agarrándote a la barandilla para obtener un plus
de seguridad, ya que hay veces que no le apetece bajar y decide dejar de
existir, tu tobillo o tu rodilla no está, tu pierna pasa a ser una avanzada
partida de jenga. Pasas por el baño antes de entrar al aula para no interrumpir
luego la clase, esto a veces sale bien y otras no. Comienza la clase, vas
atendiendo y siguiendo, estás cogiendo apuntes, pero la velocidad del profesor
es siempre superior a lo que tu cabeza puede procesar, te has quedado una frase
atrás de lo que está diciendo ahora, y ya no te acuerdas de cómo continuaba
aquella. Dejas el bolígrafo y te pones a intentar atender solamente, ya pedirás
los apuntes. A falta de 20 minutos para acabar, ring ring, te suena la alarma
del servicio otra vez, haces cábalas de si aguantarás lo que queda o no, la
clase está llena de gente, y te da vergüenza ser quien siempre interrumpe, sale
por la puerta en plena explicación y vuelve a los 3 minutos sin la cara de
angustia con la que salió; por lo que procuras aguantar y centrarte en la
clase, pues cuanto más piensas en ello más ganas te entran. Al acabar la clase,
pasas por el baño independientemente de si has salido o no antes, y te vas para
casa. Te sientas un buen rato en el sofá hasta hacer hambre, y aprovechas para
beber como si no hubiese mañana, pues llevas toda la mañana aguantándote la sed
para no ir todavía más al servicio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Te haces la comida; pescado azul, pollo, pavo o totalmente
vegetal. Esto es opcional, pero si te dicen que es lo mejor procuras hacer caso
a todo este tipo de cosas. Comes. Qué sueño. Toca fregar. Estás deseando
tumbarte, o por lo menos estar sentado, no estar de pie delante del fregadero,
pero lo haces. Visita al baño antes de marchar y de vuelta a clase, la
asignatura no tendrá que ver en absoluto con la de la mañana, pero tú la vives
igual. Te pierdes, deseas que acabe, te frustra el folio que tienes delante
rematado con una frase a medias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
En función del día acabas a una hora o a otra, aprovechas
horas huecas que tienes para ver algo los apuntes que tienes de otro año, pues
con los tomados por ti no ibas a llegar lejos y menos a partir de las 5 de la
tarde, cuando ya tienes que leer cada frase 3 veces para encontrarle un sentido.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Acaba la jornada de facultad. Te vas para casa, has ido al
baño antes de salir obvio, pero debió tratarse de una de las famosas micciones
incompletas, vamos, se ha cortado cuando solo se habían vaciado tres cuartas
partes del depósito, una pequeña cantidad pero que hace sentir que está
completamente lleno, falta nada para llegar a casa y de tu cabeza no sale el “no
llego”, siempre acabas llegando, pero el malestar no te la saca nadie. Bendito momento el de llegar a casa, ponerte
el pijama, cenar para tomar la segunda pastilla y enganchar el sofá, llevabas
desde que abriste los ojos pensando en este momento. Se ha acabado tu día,
mañana será otro distinto, pero muy parecido.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Esto es lo que yo llamo la “base del día”, luego llegan los
extras, ir al supermercado, poner una lavadora, ir a tomar algo, pasear al
perro, escribir en el blog…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
A lo mejor parece fácil; pero no, os aseguro que no. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Os animo a hacer este ejercicio de empatía, tal vez os ayude
a comprender mejor que no soy vaga, ni casera, ni sosa. Que simplemente hay
muchos días en los que no me da el presupuesto para añadirle extras, incluso
que hay días en los que no tengo ni la masa de la base, días de comer harina a
cucharadas.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
18
de diciembre, Día Nacional de la EM.<o:p></o:p></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-58825434204098841812015-12-01T07:06:00.001-08:002015-12-01T07:06:12.446-08:00No te pares I<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Corría, sin parar. Su respiración
ya se entrecortaba, el sudor resbalaba por su frente, las plantas de los pies
presentaban heridas y rasguños; al igual que una de sus rodillas, magullada
tras un tropiezo en el que topó el suelo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
No sabía cuánto tiempo llevaba
huyendo a la deriva, pero sí recordaba la sombra negra que pretendía engullirla
que le hizo echar a correr. Su indumentaria la delataba, no era la propia de
una persona que sabe que va a tener que correr. Un camisón de papel de los que
se ata a la espalda era lo que la cubría y ni tan siquiera iba calzada. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Tuvo que parar, no podía más. Sus
piernas fallaban y su respiración no aportaba el suficiente aire a sus
pulmones. En cuanto se detuvo se desplomó en el suelo, y desde ahí vio donde se
encontraba, el sitio al que había llegado. Era un lugar desconocido, se hallaba
en un sombrío bosque donde las espesas copas de los árboles impedían que los
rayos de luz se adentrasen; olía a naturaleza y humedad; los ruidos que se
escuchaban eran muchos aunque se acompasaban a la perfección. Parecía sin duda
un lugar tranquilo y no tenía la sensación de que nada la hubiese seguido hasta
allí. Tras un tiempo en el suelo recuperando el aliento, se puso en pie. Estaba
totalmente perdida, no sabía cómo había llegado hasta allí, pero tampoco sabía
si podía volver al lugar del que había escapado. Continuó andando, se sentía a
salvo y como no sabía a donde iba lo último que tenía era prisa. Su recorrido
no era un sendero marcado, se movía entre los árboles; sobre tierra, piedras y
raíces.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-¡Chica! ¡Chica!- escuchó. Miró
hacia todos lados, no había nadie a la vista. Se asustó, sin alarmarse, pues
sabía que aquella vocecilla no provenía de lo que había estado huyendo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-¡Aquí! ¡Yo!- Vio un árbol
sacudiendo sus ramas, como si la estuviese llamando. Viéndolo así se dio cuenta
de que aquel árbol no era como todos los demás, era muchísimo más bajo; su
ramaje era escaso, sólo tenía dos largas ramas, una a cada lado; y en su copa
se podía ver como las hojas dibujaban una cara, un femenino rostro humano sin
duda.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Se acercó más al antropomorfo
árbol, mirándolo de arriba abajo, analizando cada uno de sus detalles; estaba
claro que aquella planta estaba más cerca de ser una persona que un árbol.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Sé de qué estás escapando- dijo
el árbol con tono comprensivo- yo también he huido de ello, me cansé de escapar
y finalmente me atrapó, convirtiéndome en esto que ves, un ser anclado al
suelo. Pero no, no quiero verte esa cara- añadió al ver que los ojos de la chica
tornaban tristes, compasivos y asustados- he hecho muchos progresos, mira-
señaló al suelo con sus ojos y le mostró como era capaz de mover sus raíces,
dando unos pequeños pasos que las acercaron más-. ¿Ves? Hace unos días esto era
impensable, pronto podré volver a correr para escapar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
La chica no entendía nada, había
echado a correr por el hecho de estar asustada, no sabía qué era aquella cosa
monstruosa, solo que no quería volver a encontrarse con ella.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-Pero entonces, ¿aquí tampoco
estoy a salvo?-Dijo la joven.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-En ningún lado estarás a salvo
lamento comunicarte, es por eso que no debes pararte; cuanto más te muevas,
menos posibilidad de que te atrape tendrás.-Sentenció aquel árbol, que cada vez
tenía forma más humana para la chica.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-¿A dónde voy?- preguntó entre
sollozos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-A todas partes, olvídate de tu
destino, el camino es lo importante, las cosas y personas que encontrarás.
Debes correr, andar si estás cansada, nadar si necesitas refrescarte, gatear
cuando las fuerzas no te den para más, disfruta los momentos y lugares a los
que llegues pero acuérdate de huir un poco cada día. ¿Cuánto llevas corriendo?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-No lo sé, he perdido la noción
del tiempo al igual que me he perdido a mí misma en este bosque- gimoteó.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-No estás perdida, has llegado a
donde tenías que llegar para que te dijera lo que te tenía que decir. Ahora has
de descansar, has huido mucho por hoy y mañana será otro día de carrera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
No había entendido nada que no
fuera el “descansa”, el sueño se apoderaba de ella y la fatiga había relajado
su cuerpo, por lo que no le importó el fresco que hacía, en el momento que se
tumbó sobre aquella cama hecha de hojas, cerró los ojos y durmió.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
…continuará… <o:p></o:p></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-81940053394333048422015-11-13T07:05:00.002-08:002015-11-13T07:05:43.383-08:00El conejito y el temporal<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Aquel conejito sabía que la
tormenta pasaría, que lo único que podría hacer sería dejar que la poca luz que
el sol arrojaba entre los nubarrones entrase por la puerta de su madriguera. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
No sabía en qué momento había
comenzado aquel temporal, si fue de golpe o si las nubes se habían ido
acumulando a los pocos, si había chispeado previamente o de repente comenzaron
a caer los calderos de agua que ahora estaban empapando su bosque. No era la
primera, ni la vigésima vez siquiera que aquello pasaba, por eso la
tranquilidad estaba de su lado; tiempo es la solución para los fenómenos
incontrolables. Todo pasa y nunca llovió que no escampara, pero reclusión en su
pequeño agujero era lo que le quedaba de momento. No podría dar brincos los
siguientes minutos, tal vez horas, incluso había llegado a vivir esa situación
durante días.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Espera
ansioso que se disipe la tormenta, aquel gazapo había aprendido que el sol
brilla con mucha más fuerza cuando consigue lucirse tras haber sido ocultado, como
si tuviera la necesidad de fanfarronear, que
las flores recién regadas se muestran bellísimas cuando las tocan los
rayos que consiguen hacerse hueco entre las nubes y van poco a poco ganándole
la batalla a la oscuridad.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
El
conejito lo veía todo gris, hasta la flor más coloreada sólo parecía de
distintos matices comprendidos entre el blanco y el negro en ese momento, pero
él sabía perfectamente que aquel bosque no era así, que algo ajeno a él lo estaba
oscureciendo en su visión,sin darle siquiera la posibilidad de hacer algo por evitarlo más que dejar que pasara; la paciencia era una virtud que había ido adquiriendo a base de chaparrones, confiaba en que sería muy pronto cuando volvería a ver todos los colores escondidos, que podría saltar el arcoíris que aparece tras parar la lluvia.<o:p></o:p></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-43472569676767382372015-10-20T15:28:00.001-07:002015-10-20T15:29:19.338-07:00Escleroversario<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Hoy no traigo una fábula, ni un
cuento, ni una conclusión, ni ninguna mentira de las que acostumbro últimamente
a colgar en este blog, hoy os traigo un recuerdo real. Dudo que mucha gente se
acuerde de qué estaba haciendo el 21 de octubre de 2014, yo sí, estaba
ingresada en un hospital, fue el día en que lo que me estaba trastocando la
vida tuvo nombre, fue el día que me dijeron que tenía esclerosis múltiple.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Entera me mantuve cuando oí su
nombre, era como un cristal astillado en cientos de miles de pedazos, un
cristal astillado a través del que se podía ver una silla de ruedas. La primera
idea que se me pasó la cabeza, la primera idea que duró lo que a mí me pareció
una eternidad. Lo siguiente que me dijeron fue que me iban a hacer una punción
lumbar, fue como si una mosca se hubiese posado en aquel desquebrajado cristal
y todas las pequeñas piezas que lo formaban se cayesen sin dejar rastro de
integridad alguna. Comencé a llorar, creo que en mi vida lo había hecho con tantas
ganas, podía saborear las lágrimas ya que necesitaba coger aire por la boca
para no ahogarme; nunca había sentido que la vida pudiese ser tan injusta,
jamás se me había pasado por la cabeza que eso me pudiese ocurrir a mí y sobretodo
pensaba, ¿por qué yo? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Llegaron
los consuelos; que podría llevar una vida normal, que estábamos en 2014 y la
medicina había avanzado mucho en este campo, que ya sabía que eso podía ser,
que estaba respondiendo bien a los corticoides... . Como quien oye llover, yo
seguía llorando. Ira, rabia, impotencia, tristeza… todos esos sentimientos
indeseables que por fortuna solemos tener por separado, se cocían en mi interior.
Sólo quería gritar y llorar, y eso estuve haciendo durante mucho rato, horas,
hasta que se me acabaron las lágrimas, hasta que me escocieron los ojos. En ese
momento no sabía qué hacer, estaba desahogada y ya no era capaz de seguir
llorando, única medida que había tomado hasta el momento, y decidí aferrarme a
las palabras que había dicho la neuróloga mientras parecía que no le hacía
caso. No me las llegué a creer de todo, nunca había estudiado nada de la
enfermedad, no sabía qué era exactamente, la conocía como la enfermedad de
la silla de ruedas, pero pese a eso empecé a pensar en que me gustaría
aprovechar al máximo todo el tiempo que me quedase. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Ahí empezó un brote distinto al
que estaba padeciendo, un brote de optimismo y positividad, un brote que siguió
y sigue creciendo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Tras el tiempo que pasé llorando
ningún médico se acercó a mi habitación a decirme que había conseguido disolver
en agua salada la enfermedad, había que abordarla de otra manera, empecé a
leer, a conocer, a aprender y por lo tanto empecé a acostumbrarme, a perderle
el miedo, a volver a vivir. No fue un proceso fácil, no sabría decir cuánto fue
exactamente el tiempo que me llevó, pero lo conseguí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
He aprendido mucho en el último
año, dicen que los golpes son una buena manera de memorizar, las heridas y las
cicatrices son una marca de las lecciones aprendidas y yo tengo una resonancia
llena de ellas que avala que así ha sido.<o:p></o:p></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-34146718189453018032015-10-07T14:29:00.001-07:002015-10-07T14:29:06.435-07:00La oruguita <div class="MsoNormal">
-¡Bien niños! Esto es muy fácil, coged las 6 agujas de
calcetar con vuestras patas útiles y comenzamos. Cogemos el hilo de seda lo
enrollamos a 3 de las agujas, pasamos una vuelta bajo el nudo hecho con ayuda
de la tercera pseudopata, pasamos de nuevo el hilo por la segunda aguja
mientras con la cuarta pata útil pasamos el hilo por dentro del bucle…- aquella
mariposa hablaba rápido, pero trabajaba aún a mayor velocidad. Había algo peor
para la oruguita de la tercera fila que no ser capaz de seguir a la maestra que
le habían asignado, era ver como todos los demás sí que la entendían, seguían y
habían comenzado a cubrirse con la crisálida.<o:p></o:p></div>
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Sus patas eran torpes, su coordinación peor aún, su angustia
no paraba de crecer; cuando se dio cuenta se encontraba rodeada de un montón de
larvas. Allí estaba ella, sola. La mariposa no lo había explicado mal, ella era
la única que no la había entendido y se encontraba rodeada de un montón de
pruebas de que así era. ¿Por qué ella no había sido capaz? <o:p></o:p></div>
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Aún así insistió, intentó de todas las maneras posibles
tejerse la cubierta. No lo conseguía. Sólo alcanzaba a hacer pequeños trozos
con agujeros gigantescos, nudos que obligaban a reiniciar la labor, problema
tras problema se colmó el vaso de su paciencia, soltó las agujitas y rompió a
llorar sin consuelo alguno. Se alejó de allí, no quería ver el último paso de
la metamorfosis de sus compañeras, ver como todas volaban mientras ella
continuaba siendo un rastrero insecto. Por un alto tallo comenzó a subir, y a
subir, y a subir más, hasta encontrar una hoja de su agrado y sobre ella se
enrolló y continuó llorando hasta que su llanto se convirtió en sollozo, hasta
que ya sin lágrimas sólo conseguía gimotear. En este momento fue cuando escuchó
“Oruguita triste, ¿qué te pasa?” una voz desconocida y con un acento peculiar se
dirigía a ella. Levantó su rechoncha cabecita y vio una colorida mariposa
batiendo sus alas enérgicamente. Nunca había visto ninguna igual, no era de su
especie, ni tan siquiera de su zona por lo que fijamente la analizó en
silencio.<o:p></o:p></div>
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-¿Por qué lloras oruguita?- Volvió a pronunciar la mariposa.<o:p></o:p></div>
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-¿No es evidente? Mira en qué época estamos y cómo estoy
aún, no podré volar.<o:p></o:p></div>
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-¿Quién te ha dicho eso?- Preguntó extrañada la mariposa.<o:p></o:p></div>
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-Nadie, lo sé yo.<o:p></o:p></div>
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-Estupendo, porque no debes dejar que nadie te diga jamás que no puedes hacer algo. Sólo nos falta
hacer que entiendas que ni tú misma puedes decirte eso.<o:p></o:p></div>
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Como siempre las mariposas y su pedantería, sus aires de
grandeza, su falta de consideración al no entender que no todos eran como ellas.<o:p></o:p></div>
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-¿Qué sabrás tú? Déjame –dijo la oruga con un tono que
mezclaba ira y tristeza.<o:p></o:p></div>
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-Sé que me llevó 3 días aprender a tejer mi crisálida, vi la
transformación de mis allegados; incluso pude ver como a un íntimo amigo lo
atrapaban en un bote al poco de echar a volar, mientras yo lo envidiaba por
aquellos escasos aleteos que había conseguido efectuar y que pensaba que yo
nunca daría. Ni tú mismo te puedes limitar.<o:p></o:p></div>
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Cambió su estado, ya no lloraba, sólo sentía admiración. Su
mirada quedó fijada en la mariposa y tras poner una cara de curiosidad la
mariposa se dio por aludida en que debía proseguir con su discurso.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-No sé por dónde continuar, te he contado todo ya, pero tal
vez en la simplicidad de los hechos encuentres el mejor argumento. Una hora,
siete, sesenta, setenta y dos, qué más da, lo importante es que al final lo
conseguí, con trabajo, sudor y lágrimas lo conseguí, al igual que lo lograrás
tú si no arrojas la seda.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-¿Me ayudarás?- Preguntó con una ilusionada voz la rechoncha
oruga mientras sobre sus colorados mofletones los ojos le brillaban.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Te puedo echar un ala, pero tú y sólo tú puedes crear tu
crisálida. Puedo darte algún consejo, pero la labor has de ser tú quien la
ejecute. <o:p></o:p></div>
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Fue así como poco a poco la oruguita tejió bajo la
supervisión de aquella mariposa su traje a medida, no fue una labor sencilla,
hubo momentos de debilidad, hubo lágrimas, momentos de querer abandonar, pero
finalmente lo consiguió. Cuando le faltaba poco para arroparse por completo y
siendo consciente de que en breves habría un periodo de letargo, agradeció a la
mariposa su apoyo y ayuda, incluso le preguntó que cómo podría devolverle el
favor, a lo que la mariposa replicó: - Es sencillo, nunca digas a nadie que no
puede hacer algo, y sobretodo nunca te lo digas a ti mismo. Costará más o
menos, pero siempre podrás. Te dejo descansar, esas alas no van a nacer sin
reposo, nos vemos en tu próxima fase, oruguita feliz.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Con una sonrisa más grande que sus futuras alas consiguió
acabar de cubrirse, con mucho esfuerzo y tiempo, pero lo consiguió. <o:p></o:p></div>
Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-60747096027476363762015-08-25T06:47:00.002-07:002015-08-25T06:47:15.482-07:00La cebolla hace llorarEl otro día me sucedió algo increíble, estáis en vuestro derecho de no creer lo que ahora os voy a contar, pero espero un acto de fe.<br />
Se acercaba la hora de hacer la comida, así que me dejé caer por la cocina a ver qué se me ocurría, al abrir la nevera en busca de inspiración una cebolla pegó un salto desde su estante y salió corriendo usando sus decenas de raíces como patitas; la puerta de la cocina estaba cerrada así que se llevó un golpe que me dolió hasta a mí y la dejó inmóvil en el suelo (desconozco si las cebollas tienen buena visión, pero tras lo ocurrido imagino que no demasiado).<br />
Cuando reaccioné me acerqué y la cogí con la mano, entonces con una aguda vocecita comenzó a gritar: ¡déjame marcharme, suéltame humana!<br />
Yo no daba crédito ante una cebolla que me reclamaba la libertad, asustada la lancé a la mesa y me alejé quedándome pegada a la encimera; era una cebolla, lo sé, pero si había conseguido correr y pronunciar algunas palabras no sabía de qué más sería capaz aquella hortaliza.<br />
Observaba atónita lo que estaba ocurriendo, la cebolla se acercaba a los bordes de la mesa y hasta parecía que intentaba medir la altura de ésta.<br />
La situación era suficiente para asumir que había perdido el norte, pero lo siguiente que hice ya fue para encerrarme en un manicomio, alcancé decir unas palabras con voz temblorosa, fueron "¿Qué haces?"<br />
-Quiero marcharme de aquí, el tomate me lo ha contado todo.- Su vocecita tenía un tono que mezclaba tristeza y rabieta.<br />
Yo había llegado a un punto en el que no me importaba parecer un poco más loca si cabía, por lo que proseguí con la conversación.<br />
-¿Qué te ha dicho? ¿Es por lo de que sois comida?<br />
-No es eso, ser comida es un orgullo para nosotros; desde que estaba en la huerta hasta que me escogiste en la frutería yo no podía parar de entusiasmarme con la idea de formar parte de un plato. Cuando se lo conté al tomate el otro día, me dijo lo que iba a pasar, que te iba a hacer llorar cuando me cortaras.<br />
La situación ya me parecía totalmente normal y estaba empatizando con aquella cebolla.<br />
-Lo sé -le dije- no eres la primera, debes creerme cuando digo que me valen la pena unas lágrimas, me encantas- intenté consolarla.<br />
-Pero yo no quiero molestar, me siento mal sabiendo eso.<br />
-No sabes cuánto te entiendo... a mí me pasa mucho, doy problemas sin querer, pero he entendido que pese a todo me escogen. Yo podría haber comprado un puerro, por ejemplo, pero aunque me puedas hacer llorar un poco es más lo que me das de lo que me fastidias.<br />
Me acerqué a la mesa, tendí la palma de mi mano en el borde y la cebolla se subió a ella.<br />
-No te preocupes por nada, todo va a ir bien- dije para tranquilizarla mientras con mi dedo índice la acariciaba.<br />
-Sólo espero tener un sabor delicioso y que tus lágrimas no sean en vano- habló por última vez.<br />
-Simplemente tienes que ser como eres, por eso te escogí en su momento. Hoy vas a acompañar a la lechuga, tú sola, sin tomates entrometidos.<br />
Saltó de mi mano y rápidamente se colocó sobre la tabla de madera, por fin había llegado su gran día.<br />
<br />
Imagino que todos nos hemos sentido como ella alguna vez y no hemos visto más allá de los inconvenientes que podamos dar en momentos puntuales, olvidándonos de que pese a todo muchos quieren que sigamos aportando sabor a esa ensalada que es su vida.<br />
<br />Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-4572066646404441803.post-20718793883552902602015-08-18T06:26:00.004-07:002015-08-18T06:29:13.891-07:00El pingüino y el charrán Érase una vez un pingüino que como todos los de su especie, no podía volar; a diferencia de los demás, él se preguntaba por qué se había cometido esa injusticia con los suyos.<br />
Mientras sus amigos y familia charlaban sobre cosas del Polo como la temperatura del agua, el estado del hielo o la pesca del día; él siempre sacaba su inquietud a conversación pero nunca conseguía respuestas, no era una preocupación para los demás.<br />
No era infeliz siendo pingüino, pero se moría de envidia cada vez que veía algún albatros surcando el cielo.<br />
Un día, mientras paseaba con su gracioso caminar encontró un pájaro posado sobre el frío suelo y como buenamente pudo corrió hasta donde se encontraba, iba decidido a pedirle lecciones de vuelo.<br />
Llegó a su lado y se presentó, de la emoción disparó la pregunta sin que el otro ave pudiese haber abierto el pico siquiera, "¿podrías enseñarme a volar?"<br />
El otro pájaro rio suavemente y se pronunció al fin: -Encantado, soy un charrán. Me encantaría poder enseñarte lo que me pides, pero es imposible por dos cosas, la primera es que eres un pingüino, podrías batir con toda la fuerza del mundo tus aletas y no conseguirías elevarte lo más mínimo; la segunda es que tengo un ala rota, yo tampoco puedo volar ya, todos los míos han migrado y no he podido seguirlos.<br />
-Pero entonces...- comenzó a decir el pingüino.<br />
-Sí -sentenció el charrán- son cosas que pasan.<br />
Al pingüino le cambió la cara, sus ojos tornaron vidriosos y se llenaron de compasión mientras en sus adentros crecía la consciencia de su metedura de pata a la par que la culpabilidad.<br />
El charrán percatándose de lo que por la cabeza de su interlocutor pasaba continuó hablando.<br />
-Verás pingüinito, la vida es así, no elegimos lo que nos pasa al igual que tú no elegiste ser pingüino. Puedes hacer muchas cosas, a decir verdad siempre he envidiado como buceáis. Incluso podrías hacer un vuelo adaptado. He visto a otros hacerlo, has de buscar una pendiente de hielo que finalice en precipicio, si te deslizas por ella en el momento que caigas al agua sentirás como si volaras.<br />
El pingüino sólo pudo pronunciar "eres muy sabio".<br />
El charrán sonrió -he vivido y viajado mucho ya, ahora deberías irte, es tarde y estoy muy cansado...<br />
-Será la última vez que te vea, ¿no?- dijo con tristeza el pingüino<br />
-Sí, lo será, pero espero vernos mucho en tus recuerdos.<br />
-Cada vez que vuele pensaré en ti.<br />
Así cumplió su promesa, cada una de las muchísimas veces que se dejó caer al agua se acordaba de aquel pájaro, no sólo le había enseñado a volar, también aprendió a vivir con lo que le tocó, adaptándo a ello sus deseos.Puahttp://www.blogger.com/profile/09618017411429286156noreply@blogger.com3