Tenemos la suerte que queramos tener, os lo dice la chica que se empezó a sentir afortunada tras el diagnóstico de una enfermedad crónica sin cura.
Hay dos maneras de afrontar las situaciones que se nos ponen delante, por las buenas o por las malas, estoy en condiciones de asegurar que empeñándote en hundirte en tu propia mierda no se soluciona nada, y en mi caso por las buenas tampoco, pero como que se lleva mejor.
Tal vez mi cambio de chip llegó al sentir que había tocado fondo y sólo podía ir hacia arriba, tras dos horas seguidas llorando hasta que se me quedó el cuerpo sin más lágrimas que poder echar y pensé "siguen sin venir a decirme que me he curado, vamos a hacerlo de otra forma". Espero que no tengáis que llegar a esos extremos para sentiros agradecidos y afortunados.
Claro está que lo fácil es quejarse, lamentarse día a día de tus desgracias y optar por vivir un drama, pero a mí me llama lo complicado, buscar siempre motivos para sonreír y mirar el lado bueno de las cosas, con esfuerzo todo se consigue.
En estos 8 meses he conocido a personas que padecen lo mismo; personas que han tenido menos suerte y hasta que le pusieron nombre a lo que les pasaba tuvieron que desfilar por diversas consultas de especialistas, ¿yo me voy a quejar?; personas cuyos brotes son mucho más agresivos, ¿yo me voy a quejar?; y ya por último, lo que sin duda es mi trébol de 4 hojas, personas cuyos amigos dejaron de lado, ¿yo me voy a quejar?
En mi caso lo cómodo sería pensar tengo una enfermedad que afecta al 0,1% con la que no sé cómo me voy a despertar mañana, ni siquiera si me voy a poder levantar de la cama. Pero yo prefiero verlo como padezco una enfermedad que no está pudiendo conmigo y soy bastante más fuerte que muchos de mis seres queridos como para afrontarla, para celebrarlo me voy a dar un paseo, que de momento mis "malas patas" funcionan de maravilla.
Si pese a esto seguís queriendo pensar que vuestra vida es terrible adelante, pero entended que somos muchos a los que vuestros problemas nos resultan ridículos.
En eso me he fijado en los últimos años, en que hay gente que hace de lo más mínimo un problema, y piensas "qué vida tan fácil has tenido que tener para complicártela sin necesidad".
ResponderEliminarMe quedo con "soy bastante más fuerte que muchos de mis seres queridos como para afrontarla". Creo que no llego a valorar los logros del cada día en mis circunstancias, cuando todo requiere un gran esfuerzo y renuncias.
Elegimos nuestra suerte, o al menos cómo jugar las cartas que nos han tocado :)
*para complicársela sin necesidad
EliminarEs que antes me quejaba por bobadas y claro, tuvo que llegar algo serio para darme cuenta de lo que es importante y que no... y ahora cuando le escucho a los demás mis quejas de antaño siempre pienso que quien me diera volver a tener solo esos problemas.
ResponderEliminarSin duda todos deberíamos hacer esa reflexión... Me encanta tu enfoque..
ResponderEliminarEstupenda manera de contar la única manera de enfocar esto para vivir"bien" con ello.
ResponderEliminarY cochina envidia,q me das, a mi me llevó casi 3 años llegar a verlo.
Me gusta tu entrada galleguiña.
Un beso, Cleo
Estupenda manera de contar la única manera de enfocar esto para vivir"bien" con ello.
ResponderEliminarY cochina envidia,q me das, a mi me llevó casi 3 años llegar a verlo.
Me gusta tu entrada galleguiña.
Un beso, Cleo