martes, 20 de outubro de 2015

Escleroversario

Hoy no traigo una fábula, ni un cuento, ni una conclusión, ni ninguna mentira de las que acostumbro últimamente a colgar en este blog, hoy os traigo un recuerdo real. Dudo que mucha gente se acuerde de qué estaba haciendo el 21 de octubre de 2014, yo sí, estaba ingresada en un hospital, fue el día en que lo que me estaba trastocando la vida tuvo nombre, fue el día que me dijeron que tenía esclerosis múltiple.
                Entera me mantuve cuando oí su nombre, era como un cristal astillado en cientos de miles de pedazos, un cristal astillado a través del que se podía ver una silla de ruedas. La primera idea que se me pasó la cabeza, la primera idea que duró lo que a mí me pareció una eternidad. Lo siguiente que me dijeron fue que me iban a hacer una punción lumbar, fue como si una mosca se hubiese posado en aquel desquebrajado cristal y todas las pequeñas piezas que lo formaban se cayesen sin dejar rastro de integridad alguna. Comencé a llorar, creo que en mi vida lo había hecho con tantas ganas, podía saborear las lágrimas ya que necesitaba coger aire por la boca para no ahogarme; nunca había sentido que la vida pudiese ser tan injusta, jamás se me había pasado por la cabeza que eso me pudiese ocurrir a mí y sobretodo pensaba, ¿por qué yo?
                Llegaron los consuelos; que podría llevar una vida normal, que estábamos en 2014 y la medicina había avanzado mucho en este campo, que ya sabía que eso podía ser, que estaba respondiendo bien a los corticoides... . Como quien oye llover, yo seguía llorando. Ira, rabia, impotencia, tristeza… todos esos sentimientos indeseables que por fortuna solemos tener por separado, se cocían en mi interior. Sólo quería gritar y llorar, y eso estuve haciendo durante mucho rato, horas, hasta que se me acabaron las lágrimas, hasta que me escocieron los ojos. En ese momento no sabía qué hacer, estaba desahogada y ya no era capaz de seguir llorando, única medida que había tomado hasta el momento, y decidí aferrarme a las palabras que había dicho la neuróloga mientras parecía que no le hacía caso. No me las llegué a creer de todo, nunca había estudiado nada de la enfermedad, no sabía qué era exactamente, la conocía como la enfermedad de la silla de ruedas, pero pese a eso empecé a pensar en que me gustaría aprovechar al máximo todo el tiempo que me quedase.
Ahí empezó un brote distinto al que estaba padeciendo, un brote de optimismo y positividad, un brote que siguió y sigue creciendo.
Tras el tiempo que pasé llorando ningún médico se acercó a mi habitación a decirme que había conseguido disolver en agua salada la enfermedad, había que abordarla de otra manera, empecé a leer, a conocer, a aprender y por lo tanto empecé a acostumbrarme, a perderle el miedo, a volver a vivir. No fue un proceso fácil, no sabría decir cuánto fue exactamente el tiempo que me llevó, pero lo conseguí.
He aprendido mucho en el último año, dicen que los golpes son una buena manera de memorizar, las heridas y las cicatrices son una marca de las lecciones aprendidas y yo tengo una resonancia llena de ellas que avala que así ha sido.

4 comentarios:

  1. Vaya, felicidades por aquí, ya te felicitó ahora por otros canales... Un año hermana Espartana, un año hermana resiliente, sólo un año y ya has avanzado más de lo que otros compañeros intentan asimilar, bravo por ello!!.. En las filas de este ejército hoplítico que formados yo ya te tengo como una camarada a la que quiero tener a mí izquierda, dame el honor de cubrir tu cuerpo con la mitad de mi escudo, y ya verás que esa enfermedad, en forma de hordas persas no te tocarán ni un cabello...ya sabes el secreto, caer, porqué eso no lo podemos evitar...pero mejor es el levantarse, apretando los dientes en un principio, casí sin emitir sonido alguno, pero a lo largo de la batalla, con más tiempo, te irán saliendo CARCAJADAS más sonoras...de esas que dan más fuerzas para luchar.

    Hoy, me haces soltar lágrimas...pero hoy son de Puro orgullo por tí...

    Grande Paula, muy grande.

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  2. Totalmente identificado.. todo lo que sentiste,el llorar hasta poder llenar un mar, el momento de las palabras del neurólogo que parece de película cuando ves que te están hablando y una vez dicha la palabra EM ya no escuchas nada... todo eso es así de cierto...
    Y ole por esa gran fortaleza que nos da esta pequeña amiga que tenemos en común, y ole por ti por lo grande que eres
    Besos pau

    Pd: el 21/10/2014 si hago un poco de fuerza me acordaría de lo que hice... pero si que el 21/10/2013 te lo digo, ingresado en el hospital con 3 días de vida de mi pequeña... jajajaja

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  3. Niña me gusta mucho como escribes!
    Muchas enhorabuenas por lo positiva que eres, y olé tus eggs por el poco tiempo que te ha llevado asumirlo.
    A mi me costó casi 3 años llegar al punto donde tu estás, sin lágrimas, que nunca he llorado por mi "mochila", pero con desesperación, depresión y de todo.
    Mi deseo de cumple es que te deje vivir con tranquilidad, sin dar mucho la lata y que sigas así de positiva.
    Y si alguna vez no es así, recuerda que aquí estamos una gran comunidad de amigos.
    Un abrazote, Cleo

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  4. Niña me gusta mucho como escribes!
    Muchas enhorabuenas por lo positiva que eres, y olé tus eggs por el poco tiempo que te ha llevado asumirlo.
    A mi me costó casi 3 años llegar al punto donde tu estás, sin lágrimas, que nunca he llorado por mi "mochila", pero con desesperación, depresión y de todo.
    Mi deseo de cumple es que te deje vivir con tranquilidad, sin dar mucho la lata y que sigas así de positiva.
    Y si alguna vez no es así, recuerda que aquí estamos una gran comunidad de amigos.
    Un abrazote, Cleo

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